En oficial de la Policía destacado en la zona desde hace varios años, habla sin tapujos: en las aguas del Embalse del Cerrón Grande no existe presencia policial, no hay patrullajes y ningún plan para contrarrestar la operatividad de los pandilleros que pertenecen a los 18 sureños y a la mara Salvatrucha.
El agente recuerda que hace dos o tres años, la Fuerza Armada a través de la Fuerza Naval, mantenía presencia en la zona, pero luego desapareció, dejando abandonada la seguridad por completo en el lugar.
Ese desamparo de parte de las autoridades ha facilitado a que varias clicas de las pandillas se afinquen en los territorios y cometan extorsiones, homicidios y movilicen armas hacia las montañas, según cuenta los pobladores y fuentes policiales.
El policía consultado, que prefiere omitir su identidad por temor a represalias, detalla que los agentes solo realizan patrullajes en tierra y se movilizan a pie, pues no hay carros, motos, nada para atender una emergencia.
“No tenemos los medios para hacer patrullajes dentro en el agua. Con los pobladores que pescan podríamos hacerlos pero eso los pondría en riesgo a ellos y serían asesinados de inmediato por los pandilleros”, expresa la fuente policial.
El oficial declara que cuando operaba la base de la Fuerza Naval, había patrullajes nocturnos en las islas, zonas inhabitables y lugares donde se creía que había sujetos sospechosos.
La Mara Salvatrucha y la Pandilla 18 buscan controlar los cantones que forman parte del embalse del Cerrón Grande. Foto/ Marvin Rodríguez
“Todo ese trabajo de prevención y patrullaje dentro del agua ya no existe, los pandilleros tienen vía libre para delinquir porque no hay presencia de la Policía”, asegura el agente destacado en la zona.
Detalló que cualquier emergencia que es reportada desde la zona, el puesto policial del municipio de El Paraíso, en Chalatenango, es el más cercano para atender la llamada.
Pandillas se expanden para tener control del embalse del Cerrón Grande
Las pandillas se afincaron hace años en cantones y caseríos que bordean este humedal. Su propósito controlar toda la pesca de la zona, cometer homicidios y extorsiones, sin ningún control de la Policía
Para realizar patrullajes en el embalse, los agentes necesitan lanchas de motor, gasolina, equipos acuáticos, binoculares, fusiles de asalto y otros equipos, ya que los pobladores afirman que en la zona se movilizan pandilleros armados con escopetas y fusiles.
Los mareros de la MS tienen el control de la colonia Santa Fe, cantón El Tablón, La Angostura, El Tamarindo, El Arena, La Coyotera y otras zonas.
Mientras que en el caserío de Santa Bárbara, situado a varios kilómetros de la zona controlada por la MS, habitan los mareros de la 18. Esos sujetos son acuerpados por otro grupo que viaja desde una pequeña comunidad de Suchitoto.
“Estas áreas en tierra están cubiertas en lo más mínimo, lo que pasa es que los pandilleros tienen bastante gente que les colabora, que los mantiene informados sobre los movimientos que hacen los policías y ahí tienen mucha ventaja contra nosotros”, sostiene el agente.
Sin embargo, el lugar ha sido escenario de enfrentamientos entre policías con pandilleros: en una semana de octubre del año pasado, hubo dos balaceras que dejaron varias capturas y un delincuente herido a quien le decomisaron un arma de fuego, según la versión policial.
Extorsión y robo
Los vecinos afirman que los pandilleros se dedican mucho al robo y extorsión, sobre todo a los camiones repartidores de golosinas y productos comestibles que son distribuidos en tiendas de la zona.
Sin embargo, nadie denuncia formalmente porque la gente tiene miedo a las represalias.
“Todo hecho delictivo que se da en la zona es un mensaje de las pandillas para amedrentar a los pobladores, para que no tengamos información sobre el accionar de ellos en esos lugares”, explica el oficial de la Policía que conoce desde hace muchos años la zona.
Prisión preventiva para pandilleros por extorsionar a un comerciante de Chalatenango
Según las autoridades, los sujetos exigían a su víctima entre 200 y 1,000 dólares mensuales
Como parte del trabajo preventivo, las autoridades dicen haber creado el proyecto “Policía Comunitaria”, muchos dicen que fue un plan que tuvo beneficios, aunque al principio los pobladores marcaron bastante distancia por temor a las pandillas.
“Logramos ganar la confianza de la gente y se logró reducir varios focos de delincuencia que había en las colonias, pero eso solo es una pequeña parte del problema, el foco principal es lo que ocurre en las aguas frente a estas colonias”, opina el agente.
Los encargados de los puestos policiales en la jurisdicción del embales no quieren hablar del problema, algunos remiten a otras jefaturas y otros, alegan que las publicaciones periodísticas les afecta porque alerta a los pandilleros y pueden huir.