Salineras generan empleos para extranjeros y locales en San Alejo

En el municipio de San Alejo se han convertido en la principal fuente de empleo para los pobladores.

descripción de la imagen

Por Insy Mendoza

2018-03-09 12:00:20

La producción de sal en el cantón Los Jiotes, del municipio de San Alejo, La Unión, está generando alrededor de 200 empleos directos e indirectos durante la temporada que inicia en octubre y termina en abril.

Las 45 pequeñas y medianas empresas que producen la sal, a través del sistema solar, en los esteros de Los Jiotes, conforman el principal motor de la economía para las familias de las diferentes comunidades y para los extranjeros de Nicaragua y Honduras.

También:

Jiquilisco se queda sin sal

Salinas del Potrero es una antigua salinera ubicada en Jiquilisco, Usulután. Una empresa que como muchas dejó de producir sal en grandes cantidades, la producción dejó de ser rentable.

La temporada para trabajar en el rubro inicia en octubre con la preparación del terreno y se extiende hasta abril, donde producen miles de quintales de sal que son comercializados en los mercados de San Salvador y en oriente del país.

La producción de la misma es la principal fuente de empleo, seguido por la pesca artesanal, la pequeña agricultura y ganadería, así como las remesas que muchos familiares reciben de Estados Unidos.

La puede interesar:

Las mujeres ganan 15 % menos que los hombres en Latinoamérica, según la OIT

El porcentaje de mujeres desempleadas también es mayor en las mujeres, según el estudio del organismo internacional.

Los hombres, entre jóvenes y adultos, trabajan en los diferentes procesos como la preparar el suelo, las carpetas donde almacenan el agua salada que ingresa de las mareas, el monitoreo de la salinidad, el secado, almacenamiento en los sacos de plástico, el traslado en los hombros hacia las lanchas a las bodegas, en el área del molino y hasta para cargarlos en los camiones de los compradores.

Mientras que algunas mujeres laboran empacando en bolsas de 1 libra y luego sellarlas y dejarlas listas para su comercialización.

Para los nicaragüenses y hondureños, Los Jiotes es como un “pequeño Estados Unidos”, donde llegan a ganar en dólares para enviárselos a sus familiares que dejaron en su país, hacer el cambio de la moneda les genera más ganancias, aseguraron.

Filemón Cárcamo tiene una producción de 9 hectáreas de sal, tiene alrededor de 10 a 12 trabajadores en los siete meses que dura la temporada.

Según Cárcamo, el sector de salineros tiene pocas ganancias en la comercialización de la sal ante la competencia que hay del ingreso de la venta de sal desde México.

De acuerdo con Cárcamo, “nosotros tenemos costos muy caros para procesar nuestra sal y nos toca que estar vendiendo de 2.50 a 3 dólares el quintal ya molida; pero a veces, por la necesidad de vender, la vendemos en menos precios”, aseguró.

Marcelino Cárcamo, de 92 años y originario de Pasaquina, llegó a la comunidad a trabajar en una salinera. Después de varios años colocó su propia producción y fue de los primeros en producir sal solar.

Julio Flores, otro productor de sal, manifestó que la generación de empleos que tiene cada salinero depende de la extensión del terreno; pero el motor de la economía local de las 600 familias es ese rubro.

También:

Atados de panela con el sello de Ostuma

En Santa María Ostuma la producción de miel de panela se concentra solo en dos cantones. La mayoría de moliendas de Ostuma solo produce dulces de atado.

Marvin Izaguirre Orellana, nicaragüense, tiene 8 años de estar trabajando en Los Jiotes y su labor es cargar los sacos con sal y llevarlos al molino. Agregó que “los dólares que gano se los envío a mi familia que está en Nicaragua”.

Carlos Herrera es un adolescente que empezó a los 7 años a laborar junto a su padre, trabaja en andar con un rastrillo barriendo el agua de los paneles de plásticos donde está el agua expuesta al sol. Es una jornada muy dura, dijo.