LA UNIÓN. La Unidad Comunitaria de Salud Familiar del cantón Santa Clara, del municipio de Pasaquina en La Unión, permaneció trece meses cerrada ante la falta de personal. A inicio de este mes, el servicio fue reanudado dos días a la semana.
La situación afectó a un estimado de cuatro mil personas, residentes en las comunidades de Santa Clarita, Santa Clara, El Amatillo, y San José, quienes lamentaron que la clínica, pese a estar equipada, no daba servicio.
A partir del 1 de febrero pasado, un médico de servicio social y enfermeras llegan a dar atención médica cada martes y jueves.
La Casa de la Salud fue construida en 2011, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo Internacional (AID), la organización Médicos del Mundo y la municipalidad de Pasaquina.
La inversión en el proyecto fue de 200 mil dólares. AID donó para que la obra fuera ejecutada por Médicos del Mundo y la comuna donó el terreno del local. La clínica cuenta con los equipos para atenciones en medicina general, curaciones, odontología, citología y pediatría.
“Cuando sentí que la niña me presionaba fuerte, yo decidí tenerla en el carro”
Delmi Orellana tuvo a su hija en la calle al no ser atendida por médicos y enfermeras del hospital de Chalatenango. La mujer fue atendida por enfermeras del hospital hasta que les avisaron que había nacido la bebé.
Mabel Villacorta, presidenta de la Asociación de Desarrollo Comunal de cantón Santa Clara, lamenta la falta de médicos y de que el local permaneció más de un año cerrado; por lo que la población tuvo que viajara hasta las unidades de Pasaquina y Santa Rosa de Lima para pasar consultas.
“En este mes empezaron a trabajar, pero dos veces en la semana porque no tienen más médicos para hacerlo de lunes a viernes; y con eso la más afectada es la población”, opinó Villacorta.
Los miembros de la Adesco están buscando el apoyo del comité de residentes en Los Estados Unidos, para contratar un médico que brinde sus servicios más días.
Amílcar Ramírez, habitante de Santa Clara, explicó que a la comunidad le resulta de muchos costos económicos el tener que viajar a otras unidades, pues deben pagar hasta de 30 dólares de transporte para llevar el enfermo a la ciudad de Santa Rosa de Lima o Pasaquina.
“Esa clínica es un proyecto que nos donaron los españoles, y es el Ministerio de Salud quien deben de preocuparse para que esté funcionando, si es posible todos los días; porque aquí tenemos gran demanda de personas que llegan a pasar consulta por ser un paso fronterizo”, indicó Ramírez.
Nelson Castro, coordinador de fronteras, manifestó que a las personas que residen en la frontera les cuesta desplazarse hasta la unidad de Salud de Pasaquina porque la mayoría son ancianos y de pocos recursos.
Castro expuso que el local está equipado pero dejó de funcionar por la falta de personal, “de nuevo el ministerio envió personal para que atiendan dos veces en la semana; y la comunidad participa en hacer labores de limpieza”, dijo.
Se buscó la versión oficial del doctor Alberto García, gerente del Sistema Básico de Salud Integral (Sibasi) de La Unión, pero no atendió las llamadas realizadas al teléfono institucional.