Mil 200 personas son atendidas por Parkinson en el Seguro Social y recientemente la institución realizó la primera cirugía a uno de esos pacientes, para tratar la enfermedad y mejorar su calidad de vida. El procedimiento fue exitoso.
No todos los pacientes son candidatos para la cirugía, sino los que pasan todas las evaluaciones del comité multidisciplinario del ISSS a cargo de la intervención quirúrgica.
El Parkinson es una enfermedad progresiva, que es causada cuando unas células nerviosas en el cerebro dejan de producir dopamina, momento en el que aparecen temblores en las manos, rigidez en el cuerpo o endurecimiento de los músculos, en algunos casos, dicen especialistas.
La dopamina es un neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro, y que es importante para la función motora del organismo, pero disminuye su producción en los pacientes con esta enfermedad .
Según Ronald Najarro, neurocirujano del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), esta es una enfermedad que no tiene cura y que desde su aparecimiento los síntomas se vuelven cada vez más graves.
La enfermedad es tan progresiva que puede llegar a causar la muerte, pero no por los síntomas, sino a consecuencia de todo lo que esta enfermedad puede conllevar, es decir por la dificultad para poder realizar todas sus actividades diarias, dice el especialista.
“Para tareas cotidianas tan usuales como llevarse la comida a la boca, el paciente o hace el movimiento muy lento o muy rápido, con la enfermedad lo que se pierde es la métrica del movimiento”, explica el médico.
Los síntomas más graves de la enfermedad son la rigidez, como la perdida total de los movimientos y las disquinesias, o movimientos anormales como saltar o hacer movimientos violentos, en este momento es cuando el paciente se vuelve dependiente hasta para sus actividades personales como comer, vestirse e ir al baño.
“Los síntomas pueden iniciar en la mitad del cuerpo, luego la otra mitad, pasan de hacer unos simples movimientos a hacer unos más severos , y ya el paciente no es capaz de mantenerse en pie, sino que tiene que permanecer acostado y depender de una persona para hacer todas sus actividades”, dice Najarro.
El especialista explica que el diagnóstico es clínico, y que uno de los primeros síntomas es el temblor en las manos, en este momento es necesario buscar atención médica.
La enfermedad puede presentarse a partir de los 60 años, aunque hay personas en las que puede iniciar muchos años antes dice el médico.
Algunos cuidados que necesitan los pacientes son cuidar que no se haga daño a causa de los movimientos involuntarios, y si es completamente dependiente, es recomendable asistirlo más para ayudarlo con sus actividades diarias.