Manglares en peligro de muerte por prácticas agrícolas

Lo que más alerta a los pobladores es que el agua dulce, que compone en un 50% el humedal, no está ingresando.

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Por Karen Salguero

2018-02-18 7:25:41

La creación excesiva de represas y la contaminación por los insumos agrícolas en el río Paz, han generado que el Manglar de Garita Palmera se esté secando. De los 3 o 4 metros de profundidad que antes tenía el humedal en la comunidad Bola de Monte, ahora solo alcanza los 20 centímetros.

Lo que más alerta a los pobladores es que el agua dulce, que compone en un 50% el humedal, no está ingresando.

La extracción del agua para las prácticas agrícolas y de ganado, la caza indebida de las especies y el desproporcionado uso de insumos tóxicos, han provocado que el manglar esté muriendo.

De acuerdo con Gregorio Ramírez, representante de la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes), un agricultor puede absorber hasta 700 litros de agua por minuto, lo que en 24 hora ocasiona un desgaste excesivo.

En Garita Palmera se alojan gran cantidad especies marinas y silvestres. Entre los mantos acuíferos se encuentran punche azul, bagre blanco y negro, caite y chimberas.

Todo lo que los habitantes pescan en el mar es producto de los esteros del manglar.

También hay aves migratorias como cigüeñas americanas, loras y jabirús que vienen desde Canadá u otras áreas para anidar y buscar alimento en época seca.

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El manglar constituye el 90 % de la economía de los habitantes que se dedican a pescar y a comercializar el producto.

Muchas de ellas han tenido que abandonar la zona o han muerto. Otros de los animales son Iguanas, lagartos, nutrias y tortugas marinas.

En El Salvador, desde 1950, se ha venido perdiendo un 60 % de manglar. Según Karla Evangelista, de la Unes, el país tiene un 10 % más de deterioro que otras naciones.

Habitantes del manglar de Garita Palmera luchan por mantenerlo vivo pues constituye el 90% de la economía de los habitantes. Foto/ Jessica Orellana

Los lugareños comentan que el problema viene desde hace años, pese a que la Ley de Medio Ambiente en el artículo 74 define a los manglares como reservas ecológicas en la que no se permite alteración alguna. Sin embargo, estos siguen siendo afectados por la actividad humana.

Otra de las alteraciones que ha sufrido, pese a los esfuerzos de preservación y restauración, se debe a los incendios, la deforestación, el cambio climático y la falta de control de las especies invasoras como el jacinto y pato chancho.

El Manglar de Garita Palmera es una de las joyas ambientales que se encuentra en la lista de los sitios Ramsar. Su denominación se debe a que es considerado uno de los sitios más importante a nivel internacional por el ecosistema que habita en el.

En El Salvador son siete los sitios Ramsar repartidos en más de 207 mil hectáreas de bosques húmedos. Estos los integran la Bahía de Jiquilisco (Usulután), el estero de Jaltepeque (La Paz), las lagunas de Olomega (San Miguel y La Unión), El Jocotal (San Miguel), el lago de Güija (Santa Ana), el humedal del Cerrón Grande (Chalatenango San Salvador, Cuscatlán y Cabañas) y la Barra de Santiago (Ahuachapán).

Estas áreas protegidas siempre corren el peligro, lo que perjudica directamente al ecosistema y a las familias que viven de él.

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