Las cárceles salvadoreñas están entre las primeras tres con mayor hacinamiento a nivel mundial, con el 348.2 % de sobrepoblación de reos, de acuerdo con estadísticas publicadas por el portal de origen alemán es.estatista.com, el pasado 14 de febrero.
Hasta el momento, la Dirección General de Centros Penales (DGCP) contabiliza 39,382 internos en los diferentes penales del país, el 90 % de estos son hombres. Sin embargo, las cárceles no dan abasto y hay una sobrepoblación de 21, 176.
En un informe al que tuvo acceso El Diario de Hoy, la institución detalla las acciones tomadas desde el año pasado para reducir el hacinamiento.
El documento indica que en febrero de 2017, la sobrepoblación de las cárceles era de 373 % y en diciembre se redujo hasta el 210 %. La apuesta es que el 2018 baje al 154 %.
Además de El Salvador, otros países del continente están en el ranking de las cárceles más hacinadas, de acuerdo con el sitio web consultado. La lista la encabeza Haití, Guatemala está en quinto lugar y Bolivia en octavo.
En junio de 2016, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró inconstitucional el hacinamiento en las prisiones por considerar que era violatorio de derechos humanos de los reos, tal como lo plantearon los tres abogados que interpusieron la demanda.
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Seis meses después de la emisión de la sentencia, el tribunal citó a los representantes del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública para conocer las acciones tomadas con el fin de reducir la sobrepoblación en las prisiones, desde entonces no han recibido informes para establecer si hay cumplimiento del fallo (ver nota aparte).
Recientemente la Relatora especial sobre las ejecuciones extrajudiciales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Agnes Callamard, reflejó su preocupación por las cárceles saturadas, en el informe final elaborado tras su visita al país, y criticó las medidas extraordinarias señalando que la prohibición de “tratos y castigos inhumanos y degradantes, no están sujetas a pruebas pilotos”, según obligaciones internacionales de derechos humanos.
La semana pasada, el Fiscal General Douglas Meléndez avaló la prórroga a las medidas extraordinarias, sin embargo, instó a revisar y supervisar las relacionadas al hacinamiento en las cárceles y la propagación de enfermedades entre los reos.
“Las medidas también deben ser revisadas en cuanto a la situación de enfermedades que se están generando en centros penales. Nosotros hemos medido que han habido incrementos de muertes en relación a cuando no existían las medidas”, dijo Meléndez luego de reunirse con diputados y funcionarios para discutir la prórroga de las acciones de seguridad.
Fiscalía indaga muertes en cárceles por régimen de seguridad
La relatora de la ONU pidió el fin de estas medidas que considera "crueles e inhumanas" en las cárceles con pandilleros, porque asegura son "ilegales" y riñen con los parámetros de respetos a los derechos humanos
Según el titular de la Fiscalía, desde abril de 2016, mes en el cual comenzaron las medidas, hasta diciembre de ese año, contaron 13 muertes naturales en los penales, pero el año pasado murieron 64 reos por tuberculosis y desnutrición severa.
En el “infierno”
El año pasado, el periódico español El Mundo publicó el reportaje “Las cárceles del infierno en América Latina”, en el que describía la situación de los reos dentro de los penales, para el caso de El Salvador detallaba las estructuras de las prisiones y cómo los internos se las ingeniaban para dormir: en el suelo, sobre tablas y en hamacas. Indicaba que para 2014 el nivel de hacinamiento en las prisiones del país era de 320 % sobre su capacidad, seguido de México con 219 %.
Gobierno dice combatir el hacinamiento
De acuerdo con el informe de la DGCP, las acciones que redujeron el hacinamiento fueron la habilitación del Centro Penal de Izalco Fase III, en mayo del año pasado. Esto generó otros 11,991 espacios para internos, sin embargo, la cantidad de reos es de 38,166, es decir, que la sobrepoblación es de 26,175.
En octubre del año pasado, también fueron habilitados el Centro Penal de Izalco fase II, la Granja de Izalco, la Granja de Zacatecoluca, las celdas de seguridad de Izalco y Quezaltepeque.
En esos lugares crearon espacios para 15,535 internos, pero habían 38,949, lo que genera una sobrepoblación de 23,414.
También en octubre del año pasado se habilitó el Centro Temporal La Esperanza y se abrieron 3,000 espacios para reos.
Pero los datos oficiales son incongruentes pues mientras el Gobierno prevé implementar otros dos proyectos que generarán otros 49,902 espacios en cuatro áreas penitenciarias, el mismo director de Centros Penales dijo en octubre de 2017, que la apuesta es a sumar 17,000 espacios en las diferentes cárceles en 2018.
Paralelo a las obras ejecutadas, la DGCP señal que otras de las acciones que contribuyen a disminuir el hacinamiento es el sistema de dispositivos electrónicos. A finales del año pasado el Ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, informó sobre la adquisición de 280 brazaletes con los que pretende vigilar, a través de un sistema de monitoreo electrónico, a imputados con libertad condicional.
Fuentes de penales indicaron que hasta el momento solo han sido utilizados ocho de los brazaletes, tres los usan mujeres y cinco hombres.
