Haber desarticulado el Grupo de Reacción Policial (GRP), brazo élite de la Policía Nacional Civil (PNC), pone en aprietos a la corporación en ataques como el sufrido el viernes anterior en la colonia San Patricio, al sur de San Salvador. Así lo denunció ayer Marvin Reyes, secretario del Movimiento de Trabajadores de la PNC.
Reyes cuestionó que una unidad élite que costó millones de dólares en su formación no esté disponible para responder de forma contundente a las pandillas.
Lo que ahora hay en la Policía, afirmó, es una dispersión de grupos tácticos diseminados en distintas delegaciones con características no similares al GRP, analizó.
La emboscada que pandilleros tendieron el viernes ha sido interpretada por Reyes “como una acción deliberada para enfrentar a la autoridad a todo nivel y a cualquier hora con arma de grueso calibre con intención de causar bajas a la corporación policial”.
“Estamos en guerra social donde los criminales han tomado estrategias de infiltrar a sus miembros en el Ejército para aprender sus habilidades y destrezas para tenderle emboscadas a la Policía”, dijo el dirigente de los trabajadores.
Reyes, quien es candidato a diputado por el PCN, se refirió al ataque que dejó a un policía muerto y varios lesionados, en una acción de protesta en la plaza Gerardo Barrios, de San Salvador, por la desaparición de la agente Karla Mayarí Ayala a fines de diciembre tras una fiesta del GRP.
Desde entonces, un agente de esa área policial está prófugo y la Policía ha ofrecido recompensa económica a quien ayude a capturarlo.
Reyes, quien lamentó que haya cuatro agentes detenidos y ocho trasladados por ese caso, exigió junto a la diputada Cristina López que el director de la PNC, Howard Cotto, que diga dónde está la agente Ayala, si está viva o muerta.