La ciudad de las palmeras o de los 400 ojos de agua, como es conocida Sonsonate, se prepara para celebrar 465 años de fundación.
La ciudad fue fundada en 1,553 con el nombre de Villa de la Santísima Trinidad de Sonsonate. Durante la época colonial fue sede de la Alcaldía Mayor de Sonsonate.
En 1,824 recibió el título de ciudad y fue designada cabecera departamental.
“Los sonsonatecos celebramos desde que se tituló como Villa de la Santísima Trinidad y que fue fundada por Fray Patricio Ruiz en una de las haciendas chocolateras más importantes de Sonsonate, se fundó la Villa de la Santísima Trinidad”, relata Frank Sosa, jefe de la unidad de turismo de la municipalidad.
Sonsonate posee aún arquitectura antigua nombrada Patrimonio Cultural.
Foto/ Vladimir Fermán
Sonsonate, que en Náhuatl significa “río de muchas agua” o “cuatrocientos ojos de agua”, no solo celebra sus fiestas patronales en honor a la virgen de Candelaria, también celebrará a lo grande su aniversario de fundación en mayo.
Historia
Sonsonate nació como una pequeña urbe que fue nombrada como Espíritu Santo; pero en 1553, al cambiarse de ubicación, fue llamada Santísima Trinidad.
Debido a que este asentamiento se originó en la provincia de Izalcos, la comercialización de cacao y de bálsamo trajo conflicto de intereses económicos por sus cercanías con el Puerto de Acajutla.
Santísima Trinidad nació como una villa española a iniciativa de mercaderes que radicaban provisionalmente en los pueblos de indios y en cabañas improvisadas a orillas del Río Grande, de Sonsonate.
Según relata la historia, la Villa la Santísima Trinidad fue fundada por cerca de 100 comerciantes que fueron expulsados de los pueblos de indios (Nahuilingo, Caluco, Tacuzcalco y los dos Izalcos), entonces estos tuvieron la necesidad de asentarse en el casco de la villa y en sitios próximos a él, así como a orillas del Centzunat o Río Grande de Sonsonate, en espera de que la Real Audiencia de Guatemala les diera, en definitiva, un asiento legal y permanente.
Casa del ilustre escritor, Salvador Salazar Arrué, nacido en Sonsonate.
Foto/ Vladimir Ferman
Sin embargo, el asentamiento de estos mercaderes españoles vino a formar la nueva urbe de los Izalcos, con el progreso la villa se convirtió en la cabecera departamental de Sonsonate.
Según la historia del transporte en el país, relata que fue la zona de Sonsonate donde se estableció el primer ferrocarril en El Salvador.
Por esa parte relevante de la historia, la Plaza Ferroviaria tiene importancia para el patrimonio sonsonateco, explicó Frank Sosa, quien destacó que la arquitectura de la ciudad de las palmeras guarda la historia de una urbe comercial pujante de la época.