“Nalo”, pandillero de la 18, testificó que a cambio de haber entregado armas ingresaron 525 celulares a los penales

Un custodio del penal de Izalco aseguró que Raúl Mijango junto a Fabio Colindres se reunían con los cabecillas recluidos en ese centro penitenciario.

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Por Jaime López / elsalvador.com

2017-08-10 10:10:21

Nalo, un pandillero de la 18 revolucionario que participó en el proceso de la tregua y colaboraba con las investigaciones proporcionando información declaró ahora en el cuarto día del juicio.

Él participó en la entrega de armas, extorsiones, acciones electorales de 2012 e ingreso de celulares a penales.

Manifestó que durante el proceso de la tregua introdujo cerca de 500 celulares al penal de Izalco y 25 al de Quezaltepeque sin que los aparatos pasaran por revisión, esto fue posible porque entregaron de 120 a 130 armas de todo tipo.

Los ingresos de los celulares era posible porque había una coordinación entre el director del penal y el subinspector Roberto Díaz, quien se encargaba de verificar que estos no llevaran droga y después eran devueltos, se hacían los paquetes de tres celulares y se ponían dentro de cajas.

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Después, eran llevados a los centros penitenciarios en un vehículo que era manejado por Roberto Díaz. Cuando estaba en el penal, el director mandaba a una personas con un carretón donde depositaban todas las cajas y luego eran entregadas a los cabecillas para que los distribuyeran entre los reos, quienes los utilizaban para extorsionar.

Las reuniones en los penales duraban de 30 a 40 minutos, tiempo en que él hablaba con los líderes y Roberto Díaz con los demás pandilleros. En las conversaciones coordinaban acciones como comprar más armas y munición para cuando terminara la tregua, además venta de droga.

Las reuniones se desarrollaban en Izalco, Quezaltepeque y en Mariona. En esta última fueron de 6 a 7 veces.

Malo, recuerda que en una ocasión llevó un plasma y un teatro en casa al penal de Quezaltepeque porque el que tenía el Muerto ya se había arruinado.

Aseguró que los representantes de todos los grupos de pandillas MS se reunieron entre 8 a 12 veces en un restaurante, pero que después se trasladaron a dos oficinas situadas en las cercanías de la Plaza Salvador del Mundo.

 

Contó que Mijango les pidió que no se mataran entre ellos, policías, soldados y particulares y a cambio de esto ellos pidieron que la policía dejara de ser redadas, no registraran a las mujeres en sus partes íntimas, dejarán entrar celulares, más facilidades en visita íntimas e ingreso de televisores, entre otros.

Además, aseguró que en estas oficinas trabajaba Mijango y las secretarias Antonia, Deysy, Felipe y el subinspector Díaz.

Las primeras declaraciones de esta mañana fueron de un custodio, quien reveló que Raúl Mijango junto a Fabio Colindres llegaban al penal de Izalco para reunirse con cabecillas internados en ese penal.

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Este testigo aseguró que Mijango y Fabio Colindres llegaron varias veces al centro penitenciario. Estas declaraciones fueron dadas, a pesar que el testigo evadía las preguntas que realizaba la Fiscalía mientras la defensa objetaba las preguntas de los fiscales.

Según el custodio, en este penal se permiten las visitas familiares, íntimas y especiales; estas últimas incluyen a otros familiares, funcionarios, exreos y niños.