???¿Si no tienes esperanzas, para qué vas a estudiar????

El sistema educativo del país, tanto la educación superior como el resto de los niveles, tiene el reto de generar profesionales que estén a la altura de la transformaciones del mundo, según el director de asuntos económicos de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Waldo Jiménez.

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Por Xenia González Oliva

2017-06-28 7:00:47

El director de asuntos económicos de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Waldo Jiménez, considera que uno de los problemas que está afectando al país es que el sistema educativo aún no está al nivel de las enormes transformaciones que están ocurriendo en el resto del mundo.

 

Jiménez dice que el país debe apostar a fortalecer programas como el de Jóvenes Talento en informática de la UES, así como los programas de robótica del Ministerio de Educación. Para él, los cambios que vienen en el mundo implican que cada persona no solo tenga acceso a una carrera universitaria, pero también cuente con cierto tipo de habilidades, independientemente del área de estudios. Estos programas pueden verse como luces en medio de un sistema educativo aún con deficiencias, expone.

Al mismo tiempo, sostiene que la realidad actual hace que cada vez más haya una parte de la población que vea menos esperanzas en el país. “Si no tienes esperanzas, para qué vas a estudiar, para qué vale la pena prepararse”. “¿Cuáles son las opciones de empleo?”, se pregunta Jiménez, “irse del país, meterse en la política o en las pandillas y para ninguna de las dos se necesita estudiar”, se responde con una disimulada ironía.

Pese a sus cuestionamientos, reitera que la educación es un instrumento poderoso para que un país llegue a tener esperanza y salga de la pobreza, por lo que se requiere una transformación del sistema educativo.

“El reto principal es formar una nueva generación de profesores y formar a los que están en las escuelas para que aprendan a cómo enseñar en este nuevo mundo”.

Un estudio presentado este año por el Banco Mundial, “En una encrucijada: la educación superior en Latinoamérica y el Caribe”, presentó el impacto económico de la educación superior.

El estudio demostró que, en promedio, los ingresos mensuales de los trabajadores que completaron estudios superior son mayores que los salarios de los trabajadores que solo terminaron su bachillerato. En el caso de El Salvador, para mediados de 2010, la diferencia era de un 115%.

Además, el Banco Mundial advertía sobre la necesidad de transformar el sistema educativo. Aunque los países de América Latina y el Caribe están implementando políticas para promover el acceso a estudios superiores, no hay mecanismos para garantizar su calidad.

El Banco Mundial identificó que hay muchos estudiantes en el nivel superior, universidades o centros de estudios técnicos, que tuvieron acceso a una educación primaria y secundaria de baja calidad. La situación implica que para estos grupos un sistema de educación superior no puede garantizar un futuro prometedor.

El estudio destaca que garantizar un mejor futuro para los estudiantes solo se puede lograr a través de un sistema diseñado para proveer habilidades y capacidades que les permitan tener éxito en el mercado laboral y los proteja de circunstancias adversas.