El Salvador frustró que la OEA aprobara una resolución en la que se frenara las intenciones de Nicolás Maduro de cambiar la Constitución de Venezuela, se exigiera el cese de la violencia del régimen chavista contra los opositores y la liberación de los presos políticos, según publica el diario español El País.
El medio, en su edición de ayer, reconstruyó lo que ocurrió detrás del telón en la reunión de la OEA (Organización de Estados Americanos) en Cancún, México, la semana pasada. Y relata cómo el canciller salvadoreño, Hugo Martínez, propició que la discusión se frustrara, lo cual molestó al gobierno mexicano, que intentaba a toda costa que se aprobara una resolución enérgica contra Maduro.
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“Todo transcurría según lo previsto. Los discursos de los diplomáticos solo parecían la tediosa antesala de una condena sin precedentes al Gobierno de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), el organismo más crítico con el chavismo en la región. Los 23 votos necesarios parecían amarrados cuando El Salvador tomó la palabra: -En nombre de la democracia, que se dé un espacio, un receso, lo que sea”, relata El País.
El diario cuenta que otros cancilleres se quedaron turbados ante la petición de su colega salvadoreño, quienes aceptaron detener la discusión. “La reunión de cancilleres se detenía 45 minutos. La derrota se había consumado”, agrega la publicación.
Luego relata que mientras avanzaban las horas se desvanecía la esperanza del grupo de países que querían ser contundentes contra Maduro, y que en la reunión de cancilleres vino la “estocada” final.
“Después de horas de discusión, El Salvador pidió un receso en la sesión. Aseguraba que ellos sí, pero otros países -como San Vicente y las Granadinas, Haití o Dominica, entre otros- no habían visto el nuevo texto. La sesión se detuvo casi una hora”, dice el medio español.
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País se abstuvo de votar
Añade que al volver del receso que pidió el canciller salvadoreño, la aritmética cambió y solo seis países caribeños votaron a favor del texto, mientras que otros como Antigua y Barbados, cuyo embajador había garantizado los apoyos horas antes, prefirió abstenerse de votar por la resolución contra el régimen de Maduro, al igual que lo hizo República Dominicana y El Salvador.
De hecho, esa votación de El Salvador en favor de Venezuela provocó que el senador estadounidense Marco Rubio volviera a advertir que afectará la relación del país con Estados Unidos. Más aun cuando Maduro ha dicho que le pedirá ser mediador en el diálogo con la oposición venezolana.
“La posición del país centroamericano irritó sobremanera a México, según varios de los presentes. Los anfitriones se sintieron, en cierta manera, traicionados por un país de su órbita de influencia”, agrega El País en su publicación.
Y destaca un gesto que el gobierno mexicano había tenido con El Salvador, Guatemala y Honduras en días previos al impulsar una reunión de alto nivel entre estos países del Triángulo Norte de Centroamérica con Estados Unidos en Miami, por lo que creyó que el gobierno salvadoreño lo compensaría apoyando su cruzada en la OEA, pero no fue así.
“Las posibilidades de superar el umbral de los 23 votos necesarios eran muy altas y México pensaba ya en lograr un resultado abultado, con el apoyo de El Salvador”, indica el medio.
El relato del periódico español menciona que pudo más el despliegue de la “artillería diplomática” de Venezuela con estos países al presionarlos con la deuda que tienen en petróleo.
Estos países aliados al régimen chavista apoyaban una resolución más condescendiente con Maduro, ya que se limitaban a pedir que haya diálogo entre el chavismo y la oposición, pero en ningún momento le exigían liberar a los presos políticos y menos aun se referían a la estrategia de Maduro de convocar a una asamblea Constituyente para redactar otra Constitución.
Es más, la alianza de Venezuela con los países caribeños y otros de la región que tienen una deuda petrolera fueron los mismos que el pasado 31 de mayo aplazaron la reunión previa de la OEA en Washington para el mismo fin: tratar la crisis en Venezuela que se ha agudizado desde el pasado 1 de abril y que ha dejado casi 80 muertos.