No hay cifra ni porcentaje que indique la cantidad de profesores extorsionados y acosados por las pandillas en El Salvador, pero las gremiales aseguran que gran parte del magisterio sufre de forma silenciosa el flagelo.
Prueba de ello es que en los primeros seis meses del año han sido asesinados seis maestros, según el Sindicato de Maestros de Educación Pública de El Salvador (Simeduco), una de las principales hipótesis del sindicato es que los asesinatos de profesores están ligados a la extorsión que les es exigida.
Según Paz Zetino, secretario general de Bases Magisteriales, ante la problemática de la inseguridad que a diario viven los profesores, no tienen otra alternativa más que guardar silencio, ya que los pandilleros los amenazan con hacer daño a sus familias si no les dan la extorsión e incluso si los reprueban en exámenes.
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En uno de los casos, en que quedó evidenciado el irrespeto de un estudiante y el peligro que corren los profesores fue cuando un docente entregó el examen a un alumno; éste al ver la nota de reprobación, en la parte superior le escribió: “MS-13, esta es la nota que quiero que me ponga: 9”.
En otro caso, un grupo de pandilleros esperaba al director de un centro educativo. Cuando el profesor llego en su carro, un pandillero se acercó y le dijo: “Necesito que vayamos a un lugar. Y lo que había en ese lugar era una fardo de billetes que tenían escondido”, expuso Zetino.
Según Zetino, antes era común que los pandilleros dieran a los profesores las armas para que se las guardarán, esto para evitar ser arrestados por la PNC o la Fuerza Armada si se presentaba al centro a escolar.
También aseguran que el peligro para los profesores es latente en el camino hacia los centros escolares, sobre todo si son zonas rurales, ya que son en los caminos vecinales donde son amenazados para entregar la extorsión.
Según Simeduco los profesores deben pagar sumas de 25, 50, 75 y 100 dólares por mes en concepto de extorsión. En casos “particulares” algunos maestros son obligados a entregar sumas específicas de 300 y 500 dólares para cierta fecha.
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Como que si no fuera suficiente, a los tres meses, los pandilleros les vuelven a exigir el doble de lo que pagaron anterior: 600 o 1,000 dólares. En este momento, solo Simeduco atiende unos 12 casos de maestros que ya no pueden con las extorsiones y buscan auxilio.
Maestros huyen a Canadá y España
La angustia de los profesores en algunos casos ha hecho que de la noche a la mañana han tenido que salir huyendo del país, algunos de forma legal y otros ilegal, con ayuda de traficantes de personas (coyotes).
No pudieron más con tanta extorsión y amenazas que de un momento a otro tuvieron que salir del país hacia Canadá, España o Italia, entre otros países, donde suplican asilo político a las autoridades.
Maestras son violadas
Este es otro de los abrojos que los maestros, aseguran cruzar en el ejercicio de su noble profesión, y que por razones de amenazas, privacidad y revictimización; las profesoras tienen que callar y sufrir a solas uno de los peores abusos contra las féminas.
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Según Simeduco este problema se da cuando las maestras se movilizan a los centros educativos o en aquellos casos en los que la profesora decide establecerse de lunes a viernes en una comunidad.
Estos casos se han registrado por lo general en escuelas de la zona rurales del sur y norte de San Salvador, así como en Morazán, donde hay lugares desolados. “Son casos en los que las profesoras sienten pena contar esos vejámenes, otras porque son revictimizadas por el mismo Estado”, afirmó el secretario de este gremio de profesores.
Según la información de las gremiales las zonas donde son más asediados los maestros son en los centros educativos de la zona sur de San Salvador (barrio San Jacinto, Modelo y Candelaria, entre otros), ya que la mayoría están siendo extorsionados.