Karina, la heroica enfermera que atendió sola a decenas de pasajeros en San Vicente

La enfermera atendió a decenas de pacientes, niños, señoras y adultos, mientras llegaban los socorristas al accidente que dejó 40 heridos y un muerto.

descripción de la imagen
La unidad de transporte quedó totalmente destruida. Foto/ Marlon Hernández

Por ??scar Iraheta

2017-06-21 7:00:39

Karina Jezabel salió de su trabajo de enfermera el lunes en la mañana encomendada a Dios. Abordó el autobús de la ruta 116 y se acomodó en el asiento de la ventana del lado derecho porque quería sentir la brisa fresca de la calle. Había llovizna y mucha bruma en la carretera que de San Vicente conduce a San Salvador.

Cuando empezaba a relajarse después de una larga noche de trabajo, sintió un estruendo en la parte baja del autobús. Era la caja de velocidades porque el motorista intentaba compresionar el bus, le habían fallado los frenos.
En segundos, el fuerte ruido se repitió y el motorista invadió el carril contrario. La enfermera se levantó del asiento y le vio la cara del motorista. Estaba tranquilo, recuerda.

 

 

Transcurrieron dos minutos aproximadamente y la velocidad de la máquina no bajó, al contrario, siguió un poco más rápido y empezó el caos. Todos los pasajeros, la mayoría mujeres, comenzaron a gritar y a pedirle al busero que parara la marcha. Era imposible.

Intentó levantarse de nuevo de su asiento pero el movimiento que realizó el autobús fue tan fuerte, que sintió la presión del asiento trasero en su espalda. Se tiró abajo y en segundos, el autobús impactó contra un poste del tendido eléctrico.

Impactantes imágenes: Un muerto y 20 heridos en accidente de bus en San Vicente

Era una locura. Habían gritos, pasajeros desangrando de todos lados. Algunos con ataques nerviosos y otros con desmayos.

Un pasajero que venía junto a ella voló la ventana de un golpe y saltó. Luego lo hizo ella y desde ese momento salió su espíritu de servicio. La enfermera no sentía sus golpes, pudo más la adrenalina y las ganas de ayudar.

La enfermera con tres años de experiencia y cinco de estudios, guardó la calma y empezó atender a todo el paciente que iba encontrando en su camino. A cuál más grave, niños, señoras, ancianos y otros. Batalló alrededor de diez minutos sola.

Víctimas de microbús quemado por la pandilla 18 en Mejicanos siguen en el abandono

Paró hemorragias, tranquilizó niños, improvisó vendajes y llegó hasta donde el conductor del autobús. Era el paciente más grave junto con el cobrador.

Todos aseguraban que el motorista Sergio Arnoldo Montano, de 47 años, había muerto. Sin embargo, la profesional afirma que al evaluarlo le sintió que aún tenía signos vitales, pocos, pero tenía, asegura.

Lo estabilizó y en minutos Montano fue trasladado por la CruzRoja. Sin embargo, el motorista murió al llegar al hospital. Mientras que el cobrador sobrevivió al percance.