El director general de la Policía, Howard Cotto, considera que no todos los policías deben usar el gorro pasamontaña o navarone; sobre todo, aquellos agentes que patrullan en las comunidades bajo el plan “Policía Comunitaria”.
Él sostiene que usar los gorros en estas comunidades contradice la labor del policía de Seguridad Pública: generar confianza en la ciudadanía. “Es difícil figurar un escenario en el que la policía deba hacer trabajo de comunidad usando un gorro. Eso no inspira confianza ni genera empatía”, señaló.
Las unidades a las que podría prohibírseles el uso del gorro pasamontañas son aquellas que se enfrentan directamente con los delincuentes en El Salvador, considera Marvin Reyes, secretario general del Movimiento de Trabajadores de la Policía:
“Estamos hablando de todos los policías que andan patrullando en la calle, los del 911 y los grupos combinados de policías y soldados. Toda esa gente está exponiéndose todos los días a la criminalidad y para ellos es que va la restricción”.
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El pasado 10 de junio se difundió una supuesta orden emitida por el director de la Policía, donde se prohíbe el uso de los gorros navarone a todas las unidades de la policía, a excepción de la Subdirección de Investigaciones e Inteligencia de las Delegaciones Policiales, a los Grupos de Reacción Policial (GRP), a las Unidades del Mantenimiento del Orden (UMO), a las Fuerzas Especializadas de El Salvador (FES), al Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPES), a la Sección Táctica Operativa (STO) y al Grupo Especial Antinarcóticos (GEAN).
El documento agrega que “todo el personal policial que patrulle en los sectores de responsabilidad y que participe en operativos, deberá hacerlo completamente uniformado y debidamente identificado”.
Ante la disyuntiva de si es pertinente o no el uso los gorros navarone, el diputado Rodrigo Ávila sostuvo que en su período como director de la Policía el uso del gorro era para la protección de las unidades especiales como el GRP y el GOPES, y en “raras” ocasiones para agentes de la UMO. Con su uso se buscaba proteger la identidad de los agentes, sobre todo en operaciones de alto riesgo. Sin embargo, Ávila cree que los policías actualmente usan el gorro como una medida de protección, sin que haya orden de utilizarlo.
“Hoy muchos policías se esconden. En sus comunidades les dicen a los vecinos que andan en otra cosa, ni siquiera reconocen ante la comunidad que son policías. Todo por miedo a represalias de las pandillas”. Ávila asegura que los policías no utilizan el gorro porque participen en una operación especial, sino por cubrir su identidad: “Es una medida que ellos mismos toman”.
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Un policía que pide reservar su identidad considera necesario que las autoridades les permitan usar el gorro, al menos en las comunidades de alto riesgo donde patrullan. Marvin Reyes cree que si se obliga al policía a llevar el rostro descubierto, en esos sitios, sus vidas quedan expuestas al peligro.