El pánico se apoderó de los pacientes del Hospital Regional de San Miguel, cerca de las 4:00 de la mañana de ayer, cuando un incendio se desató en el sector de la lavandería que se encuentra en la primera planta del edificio.
El incendio no dejó víctimas entre los pacientes, solo la inhalación de humo en muchos de ellos.
Para evitar que los pacientes ingresados resultaran afectados por el humo o gases que se podrían generar, la dirección hospitalaria decidió evacuar la sexta planta, cuyo pacientes regresaron a sus camas cerca de las 6:30 de la mañana.
Sin embargo, los enfermos que se encontraban en el área de observación, en la segunda planta y en donde hay 24 camas, fueron enviados al servicio de medicina y cirugía, debido a que en el lugar aún era difícil respirar por el humo que se mantenía en el ambiente.
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Se cree que una posible falla en el sistema de energía fue lo que ocasionó el conato de incendio, el cual quemó varios kilogramos de la ropa que utilizan los enfermos.
“Entraron (Bomberos) y no identificaban el área de fuego, pero en medio del sector de lavandería y costurería hay un área de control de energético donde, al parecer, habría sido el origen”, comentó la directora del Hospital San Juan de Dios, Juana de Canales.
Sin embargo, la hipótesis no convence a la directora, ya que, asegura, cuentan con un diagnóstico energético de todo el hospital y el área de lavandería no está catalogada como una zona que tenga fallas en el sistema eléctrico.
“El problema en San Miguel, municipio, son los bajones de energía, eso no es parte del problema de nosotros; cuántos incendios ha habido en los últimos dos años”, se preguntó de Canales.
Agregó que “primero se quemó un almacén en el centro, luego un área de mercado y este que sería el tercer problema y, al parecer, energético”, opinó.
Agregó que es necesario efectuar un diagnóstico de toda la energía que se distribuye en San Miguel para determinar qué es lo que está fallando.
El único servicio hospitalario que suspendió sus funciones fue cirugía electiva, debido a la cantidad de ropa que demanda por ser de lavado continuo. El resto continuó trabajando con normalidad con el uso de la ropa.