Los exempleados despedidos tras el cierre de operaciones de la aerolínea Vuelos Económicos Centroamericanos (VECA) mantienen una batalla legal por el pago de su indemnización, la cual se está volviendo cada vez más cuesta arriba. Sólo tres de los más de 100 empleados que han iniciado acciones legales han recibido su liquidación.
Así lo señaló uno de los afectados y que ha seguido de cerca el proceso de otros extrabajadores, quien pidió reserva de su nombre por temor a represalias. De los más de 100 afectados, un promedio de 65 han recibido solo el 50 % de su indemnización. El resto está a la espera de que las acciones legales rindan fruto.
Un exempleado de la aerolínea explicó que los 65 que han recibido el 50 % son los que tenían bajo salario y menos tiempo de laborar en la empresa. Entre los que aún no han recibido un solo centavo, indicó, están pilotos y mandos medios de la compañía.
“Los de VECA, quizá para que se viera ante los medios que la cosa iba caminando, dijeron: ???paguémosle a las dos terceras partes de la gente con salarios menores’, para que se viera bastante volumen de empleados pagados, pero el monto no era tan grande comparado con lo que todavía se debe”, señaló el extrabajador.
VECA cierra operaciones por problemas financieros
Según dijo, hay otro porcentaje, que no supo precisar, de los trabajadores que se mantienen sin haber realizado ninguna acción legal, en espera de que la empresa les dé su liquidación “de buena fe”.
“Hay otra cantidad que no interpusieron demanda en ninguna entidad. Entonces, esas personas a lo mejor esperaron de buena fe y no lo han hecho todavía. Tengo compañeros que tenían jefaturas pero que no han hecho demanda y esperaron de buena voluntad, y ni siquiera el 50 por ciento les han podido dar”, explicó.
VECA aseguró, días después al cierre de las operaciones, que pagaría las indemnizaciones correspondientes, pero hasta la fecha el pago ha sido mínimo e irregular y los afectados dicen no tener una respuesta por parte de las autoridades de la empresa.
El exempleado consultado por este diario aseguró que ha habido diversas trabas legales por parte de la empresa y los Juzgados de lo Laboral, a los que varios de los afectados han recurrido.
Entre estas dificultades, dijeron, está que el banco al que los han remitido no ha entregado los fondos, pese a los mandamientos de pago, además de que el Juzgado Primero de lo Laboral ha llevado con lentitud el proceso. “No sé qué intereses tiene ese banco con la misma VECA”, expresó.
Por otra parte, explicó, hay un grupo que está esperando el proceso de conciliación con la empresa pero los representantes de esta no se hacen presentes ante el juzgado. Asimismo, hay otro grupo que, a pesar de la orden del juzgado para hacer efectivo el pago, no han recibido su dinero.
“Han habido casos que con el mandamiento de pago el banco no quería pagar y solicitaron que se extendieran otros documentos de mandamientos de pago y los jueces no quisieron cumplir el mandamiento de pago. Ha habido trabas de todo tipo, por la vía legal, para no pagar las liquidaciones”, aseguró el exempleado de la aerolínea.
Además de las demandas por el pago de indemnizaciones, la oficina de VECA fue allanado por la Fiscalía en marzo pasado para investigarla por apropiación o retención de cuotas laborales.
La Fiscalía señaló que la información brindada por las AFP y el Seguro Social indica que VECA no pagó más de $151 mil entre octubre de 2016 y mediados de enero pasado.
El Diario de Hoy ha buscado en varias ocasiones la versión de la empresa, pero no ha sido posible establecer contacto con ninguno de los representantes de la misma.
El desplome de VECA
La aerolínea, que ofrecía boletos a precios más bajos que otras compañías, era dirigida por Leonel Búcaro, diputado al Parlamento Centroamericano (Parlacen) por el FMLN, y Manuel de Jesús Durán, ligado al partido de izquierda y, en su momento, registrado como “motorista” en su documento de identidad.
La aerolínea comenzó a operar en 2013 con un importante financiamiento de $14 millones por parte de Alba Petróleos, empresa de la que es asesor uno de los máximos dirigentes del FMLN, José Luis Merino.
Pero, de acuerdo con balances contables desde 2014, la empresa reflejaba que sus operaciones se estaban realizando a pesar de estar en números rojos.
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En 2014, cuando comenzó a volar el primer avión, logró ventas de únicamente $45 mil y reflejó una pérdida de $958 mil. Sus gastos superaron los ingresos por casi un millón de dólares. Para 2015, la venta aumentó a $2.5 millones, pero la pérdida acumulada llegó a $17.5 millones.
El primer signo de que la empresa se venía a pique fue que se vio obligado a devolver uno de los dos aviones con los que operaba y que eran arrendados.
El alto nivel de endeudamiento y gastos, además de pocos ingresos por venta de boletos aéreos y la pérdida de sus aviones, entre otros aspectos, obligó a la empresa a cerrar sus operaciones en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
Esto fue confirmado por Merino, quien en su momento explicó a El Diario de Hoy que la aerolínea suspendería operaciones por tres meses para una “reestructuración”.