Un niño de 12 años, tres mujeres y dos hombres, fueron ejecutados la madrugada del miércoles, presuntamente por un grupo de exterminio. Los cuerpos quedaron apilados en el desvío El Brazo, carretera Litoral, del cantón El Brazo, San Miguel.
Según información oficial, cerca de la una de la madrugada las víctimas fueron sacadas de cuatro casas del cantón El Borbollón, municipio del Tránsito, a menos de dos kilómetros del lugar a donde fueron abandonados.
Las víctimas fueron identificadas como José Adán Rodríguez Mejía, de 34 años; José Arturo Velásquez Palacios, de 20 años; Susana Marisol Saravia Hernández, Lorena del Carmen Olivares Hernández, Rosa María Carranza Lemus, de 44 años, y Luis Mauricio, de 12 años, estos últimos madre e hijo.
“De madrugada personas desconocidas vestidas de ropa oscuras y gorros navarone llegaron a traerlos, les amarraron las manos y luego vinieron a darles muerte al desvío del cantón El Brazo”, explicó el fiscal del caso.
Las víctimas tenían varias lesiones en cabezas y hombros, al parecer provocadas por arma de fuego de 9 mm, ya que en el lugar se encontraron al menos 22 casquillos de ese calibre.
Según información policial, ninguno de ellos tenía antecedentes policiales ni tenían tatuajes.
Sin embargo, Lorena del Carmen Olivares Hernández fue identificada como madre de un pandillero alias “El Arrocito”, detenido por homicidio en un centro penal.
En el caso de José Adán Rodríguez Mejía, la Policía tiene conocimiento de él como “El Chancha” un presunto miembro de pandillas que caminaba junto al cabecilla de la clica que opera en la zona de la masacre.
Familiares de las víctimas aseguran que estas personas no formaban parte de dichas estructuras criminales.
“Mi mamá era una señora de mas de 40 años, no iba a estar metida en esas babosadas”, dijo uno de los hijos de Lorena del Carmen, quien aseguró que la mujer lavaba y planchaba ajeno para ganarse la vida.
Otras personas que llegaron al lugar para determinar si entre las víctimas se encontraba alguno de sus familiares, se mostraban esquivos ante cualquiera persona que se les acercara para hablar del caso, esto debido a que algunos estaban en las viviendas cuando sus familiares fueron sacados de ellas, y temen por sus vidas.
Eran pandilleros
Durante las primeras investigaciones el jefe de la delegación de San Miguel, subcomisionado Juan Arévalo, dijo que las características físicas de los fallecidos coincidían con algunos pandilleros perfilados de la zona. Pero no se atrevió a decir si los homicidios estarían relacionados a un grupo de exterminio. Similar posición adoptó el fiscal.
El ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, no descarta que se pueda tratar del accionar de un grupo de exterminio, lo maneja como una de las posibles hipótesis del hecho.
“Por la forma de operar, el hecho que sea un grupo organizado con el fin de eliminar supuestos grupos de pandillas es una hipótesis. No podemos asegurar por el momento tal situación, pero hay que tomar en cuenta esa posibilidad”, afirmó Ramírez Landaverde.
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La Fiscalía tampoco se aventuró en afirmar que se trata de un grupo de exterminio, aunque todas las características apuntan que así fue.
“Como Fiscalía no tenemos indicios de grupos de exterminio, se inicia la investigación en general para que salga el responsable, pero no podemos decir que se trata de un grupo definido” dijo un fiscal en el lugar de la escena.
Debido a que el lugar donde se encontraban las víctimas estaba ubicado a menos de 100 metros de la carretera Litoral el trafico se vio afectado, la Policía dejó habilitado solo un carril y el área de una parda para buses para formar dos carriles frente a la escena.
Los empleados de una planta de biogas que funciona al final del desvío El Brazo, tuvieron que ingresar por los terrenos de los vecinos para llegar a su jornada laboral ante el bloqueo de las autoridades en la zona.
Dos clicas de la zona
Entre el sector de los cantones El Brazo, en San Miguel y El Borbollón, en El Tránsito, la Policía tiene información que operan dos clicas “Cabañas” y “Los Pinos”. Aunque la incidencia de homicidios es baja en el sector, un dato que no detienen al jefe de la delegación de San Miguel, quien se encuentra tramitando los permisos correspondientes para instalar un puesto policial en El Borbollón.
“Es estratégico por varias razones, ya hace semana que no teníamos homicidios de estas características y no queremos que vuelva a surgir, y adelantando ante un posible repunte de violencia mejor colocamos una patrulla para que cubra la zona de El Delirio, y la parte sur, queremos que siga siendo tranquilo y que el indice de homicidio continué a la baja”, dijo el jefe policial.
El último homicidio registrado en la zona de El Borbollón fue un doble homicidio de presuntos miembros de pandillas que fueron asesinados cuando salían de una casa “destroyer”, ocurrido en febrero de 2016.
Grupos armados en la misma zona
En julio del año pasado las autoridades dieron un golpe a un grupo exterminio, a pesar que las autoridades lo negaban terminaron aceptando que había varios policías involucrados.
El director de la Policía, Howard Cotto, dijo que se auto denominaban “autodefensas”, el Fiscal General los llamó “un grupo de exterminio”, a secas, pero en Chirilagua y sus cantones, los pobladores los llaman “Los Exterminio”.
Entre los detenidos estaba el jefe de la subdelegación de Chirilagua, el jefe del puesto de El Cuco (la playa), el jefe de la unidad Antiextorsiones de San Miguel, el jefe de la subdelegación de San Rafael Cedros (Cuscatlán) y un policía destacado en Chirilagua.
A excepción del jefe de la subdelegación de San Rafael Cedros, los otros cuatro policías son acusados de participar directamente en cinco casos de ejecuciones en las que fueron asesinadas nueve personas, más la desaparición de una joven de 15 años.
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Dos de esos casos fueron cometidos a pocos metros de la PNC de El Cuco y Chirilagua, según constató El Diario de Hoy. Los crímenes ocurrieron la madrugada del 10 y 24 de abril.
El pasado 12 de julio, el Juzgado Especializado de Instrucción de San Miguel determinó que un agente policial y el inspector continua siendo investigados, pero en libertad condicional.