En mayo del 2015, el grupo asesor en seguridad pública del exalcalde de Nueva York, Estados Unidos, Rudolph Giuliani hizo una serie de recomendaciones al gobierno de Salvador Sánchez Cerén para el combate de la delincuencia y la violencia, en especial, la que generan las pandillas.
A dos años de haber planteado esa estrategia contra la criminalidad, un experto de la firma asesora Giuliani Security and Safety está en El Salvador para ratificar lo importante que es el que se puedan retomar más de 50 recomendaciones que se hicieron en mayo del 2015 para frenar el crimen en el país. John Huvane, es el director ejecutivo del grupo de Giuliani y lamentó que ninguna de esas medidas sugeridas se haya implementado, lo que hubiese ayudado a reducir los altos índices de violencia y delincuencia en el país.
“Honestamente no creo que hayan implementado ninguna” dijo Huvane.
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Hay que recordar que en el 2015 se registraron 6,656 homicidios y el año pasado las cifras de asesinatos alcanzaron 5,278 asesinados; siendo éstos los dos años más violentos en la historia del país.
La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) considera que si el gobierno hubiera impulsado la estrategia contra el crimen recomendada por el grupo de Giuliani, eso habría permitido reducir los homicidios, extorsiones y el número de personas desaparecidas en menos de seis meses.
El plan del exalcalde de Nueva York contemplaba no menos de 50 medidas relacionadas a la prevención social de la violencia, combate y persecución al delito, rehabilitación y reinserción de mareros; atención a las víctimas y la generación de empleos. Por lo que ha investigado de El Salvador, Huvane asegura que la extorsión sigue siendo uno de los problemas más grandes de la inseguridad ciudadana.
Medianos y pequeños empresarios han reiterado recién, que la extorsión es lo más crítico que deben afrontar a diario. Sostuvo las extorsiones se mantienen controladas por los cabecillas de las pandillas que se encuentran encarcelados. Y lo anterior lo pudo comprobar al visitar cinco centro penales, entre los que figuran Apanteos en Santa Ana; y La Esperanza en Mariona, San Salvador.
El experto en seguridad explicó que las autoridades penitenciarias le mostraron los bloqueadores de la señal de celulares. Efectivamente, según Huvane, él pudo verificar que los bloqueadores funcionaban , pero lo que le pareció paradójico es que las mismas autoridades le comentaron que recién habían incautado una gran cantidad de teléfonos celulares.
Huvane le preguntó a las autoridades que “si porque el bloqueador para suspender las señales de celulares, estaba funcionando, entonces: ¿por qué tienen celulares?”.
Dominio de pandillas Otros de los problemas de inseguridad, según Huvane, es que ha crecido el dominio de los territorios por parte de las maras y la recuperación por parte del Estado debe de ser prioridad.
Fue claro en señalar que él no ha llegado con el afán de cuestionar el trabajo de las autoridades sino que “para ofrecer sugerencias razonables y prácticas, y esperaríamos una mejora en el bienestar del pueblo salvadoreño y que el tema del crimen no sea un tema político”.
Al experto en seguridad le parece que la actual cifra de la tasa de 80 homicidios por cada 100,000 habitantes todavía es muy alta.
Pero lo que le resulta más preocupante es que la tasa de homicidios de menores y jóvenes sea de 67 crímenes por cada 100,000 habitantes.
“Es una cifra horrorosa”, dijo Huvane al referirse a la tasa de muertes violentas entre los jóvenes. Consideró que la tregua avalada por Funes permitió fortalecer y empoderar a las pandillas y eso provocó que estos grupos actuaran con mayor violencia, lo que explica que los años 2015 y 2016 fueran los más violentos.
“No se puede hacer negocios con criminales”, dijo Huvane, al cuestionar las negociaciones que mantuvo el gobierno de Funes con las pandillas entre los años 2012 y 2013 para “reducir” los homicidios.