Pozos artesanales se están secando en Sonsonate

De 24 pozos que hay en el cantón Loma del Muerto, 15 están secos y nuevo tienen nivel bajo de agua.

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Por Cristian Díaz

2017-05-23 6:00:22

SONSONATE. Los pozos se están secando en la Lotificación Las Brisas, en el cantón Loma del Muerto, en Sonsonate; por eso sus habitantes están usando el agua del pozo industrial para obtener agua que ocupan en sus faenas diarias. El problema de la falta de agua comenzaron a notarlo el año pasado.

María Mercedes Beltrán, de 60 años y 10 viviendo en el lugar, culpó al cambio climático por la falta de agua en los pozos.

Explicó que hay 48 familias las en la comunidad y la mitad de ellas tienen pozos artesanales. Pero de esos o nueve cuentan con un poco de agua y 15 están secos.

Esa situación, los obliga a caminar más de un kilómetro para llegar al río Julupe, donde lavan su ropa, a pesar de la contaminación que tiene el afluente.

Para los oficios domésticos e ingerir deben de comprar a $2 la barrilada, a las personas que aún cuentan con agua en los pozos.

Otros residentes son solidarios y regalan el líquido a sus vecinos.

“La mayoría estamos en crisis de agua”, lamentó Beltrán, quien en el 2012 construyó su pozo artesanal con una profundidad de ocho metros.

Para enfrentar la crisis, la comunidad junto a la municipalidad sonsonateca trabajan en abastecer a la comunidad, a través de un sistema domiciliar cuya fuente sería un pozo industrial, construido en 2015, a un costo de $5 mil, por la organización no gubernamental Agua Viva.

El pozo industrial ya es utilizado por la comunidad, pero para obtener el agua los residentes debían de acarrearla desde una cantarera de palanca hasta las casas.

Con el proyecto municipal, la meta es que las familias tenga el servicio domiciliar.

El encargado de la unidad de gestión de riesgo de la alcaldía, Carlos Salinas, explicó que una de las principales ventajas es que el agua que tendrán las personas será de mayor calidad que la obtenida en los pozos artesanales.

Estos últimos se encuentran cerca de las letrinas de fosa y a poca profundidad, por lo que el líquido tendía a contaminarse.

El pozo que edificó Agua Viva tiene una profundidad de 40 metros y cuenta con la capacidad de abastecer a las familias de la lotificación.

“El agua es más pura y tiene más calidad”, expresó Salinas.

Señaló que hay pozos artesanales que cuando comenzaron a secarse tenían hasta dos metros de altura de agua; mientras que ahora son apenas 50 centímetros.

El proyecto actual tendrá una inversión de $9 mil; de los cuales la comunidad aporta $4 mil y el resto la alcaldía.

El proyecto inició a mediados de abril y concluirá a finales de mayo.

Serán los mismos habitantes quienes administrarán el proyecto y la cuota que pagarán será entre tres y cinco dólares ya que dependerá del cobro de energía eléctrica.

Inicialmente prevén que el servicio sea proporcionado por horas.