Los amarres y las limpias, que oscilan entre los $60.00 y los $80.00, son los servicios que más solicitan los salvadoreños en los puestos de esoterismo, ubicados en tres pasillos del edificio cuatro del mercado Central de San Salvador y sobre la calle Gerardo Barrios, a un costado de la Iglesia El Calvario.
Según los comerciantes, las enfermedades, la crisis económica y la infidelidad son las que mantienen vivas estas prácticas como la espiritualidad y la santería reflejadas en la venta de artículos que prometen alejar la pobreza y retener el amor.
Son más de 50 establecimientos llenos de amuletos, inciensos, santos y veladoras; los olores, extraños colores y hierbas reciben diariamente a las personas que han perdido la fe y hoy invierten en artículos para dar solución a sus problemas.
40 años de trabajar con las hierbas
En el puesto número cuatro de la calle Gerardo Barrios de esta capital, rodeada de imágenes de la Santa Muerte, hierbas, velas y acompañada de un mono disecado, María Hernández, es guía espiritual y comerciante desde 1977, cuando tenía 12 años decidió seguir los pasos de su abuela y de su madre, quienes practicaron durante toda la vida actos esotéricos.