GANA y el FMLN reaccionaron ayer ante las medidas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump (EE. UU.), que incluyen deportaciones de pandilleros salvadoreños con historial criminal al país. El primero pide cárcel inmediata para los mareros en cuanto pisen territorio salvadoreño; los efemelenistas se lo piensan un poco más, y plantean centros de internamiento de acuerdo a su nivel de peligrosidad y en readaptarlos a la sociedad.
Ante esto Rodrigo Ávila, de ARENA, les recuerda que hasta hoy se dan cuenta de que la propuesta de su partido de crear un registro de pandilleros es importante y que, sin embargo, no prosperó en la Comisión de Seguridad.
Las deportaciones de pandilleros ha comenzado a ser un tema de preocupación incluso para el gobierno, quien se ha comprometido en enviar a la Asamblea un proyecto de ley a fin de enfrentar un posible aumento de la criminalidad con el retorno al país delincuentes peligrosos, entre ellos, pandilleros.
En una reunión que el Gabinete de Seguridad sostuvo con los legisladores el miércoles pasado, el fiscal Douglas Meléndez puso la voz de alerta sobre una situación que el Ejecutivo casi ha venido ignorando. Meléndez afirmó que han descubierto que mareros deportados desde los EE. UU. están reorganizando a las clicas salvadoreñas, bautizándolas con nombres de ciudades de los Estados Unidos.
El presidente de la Asamblea Legislativa y diputado de GANA, Guillermo Gallegos, fue contundente ayer: que ningún pandillero deja de serlo solo por el hecho de venir de EE. UU., y añadió que la Sala de lo Constitucional los declaró “terroristas” y que ese calificativo según la Ley Antiterrorista amerita que vayan a prisión inmediatamente arriben a El Salvador, aunque no exista orden de captura.
Misael Mejía, legislador del FMLN, dijo estar de acuerdo con la propuesta de Gallegos; sin embargo, en la propuesta que ayer presentó en la Asamblea se contemplan centros de internamiento “los que fueren necesarios” para resguardarlos de acuerdo a su nivel de peligrosidad.
También se detalla que deberán reportarse una vez al mes, no cambiar de domicilio ni abandonar el país sin antes informarlo a la Policía, so pena de someterse a un proceso penal. Por eso es que Ávila reiteró que sería más fácil si se contara con el registro pandilleril, como lo solicitó ARENA.