Lágrimas entre fieles por cambio de párroco

El sacerdote ??scar Lagos pastoreó a su feligresía por dos décadas.

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Por Cristian Díaz

2017-04-24 9:30:47

El padre Oscar Eduardo Lagos Morán, de 53 años, fue trasladado de parroquia tras estar 21 años y cinco meses al frente de la iglesia San Andrés Apóstol, de Apaneca, Ahuachapán.

En su lugar llegó el padre Armando Díaz, quien llega de la parroquia Santa Lucía, en Santa Ana, a donde fue trasladado el padre Lagos como nuevo párroco.

La misa de transición fue presidida por el obispo de la Diócesis de Santa Ana, monseñor Miguel Ángel Morán, quien también recordó su paso por ese municipio a inicio de la década de los ochenta.

Hubo lágrimas de los feligreses tras la misa, ya que el padre Lagos, originario de Ahuachapán, se convirtió por más de dos décadas en el líder espiritual en ese municipio.

“Nos da mucho sentimiento porque trajo buenas enseñanzas al pueblo de Apaneca, una buena educación para los ancianos y los jóvenes. Nos ha dejado muchas enseñanzas y por eso nos duele que se retire del pueblo. Ha sido buen ministro”, expresó Victoria Chachagua, una de las feligreses quien no pudo detener las lágrimas.

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Daisy Rivera, con palabras entrecortadas y también lágrimas, expresó que el sacerdote siempre les dedicó tiempo para brindarles consejos antes las dificultades que enfrentaban.

“Nunca me cerró las puertas de su corazón; si tenía problemas, con él hallaba consuelo”, expresó la señora.
Fueron más de 500 personas las que asistieron a la misa que se llevó a cabo el domingo a las 9:00 de la mañana en la iglesia de Apaneca.

El padre Lagos invitó a los feligreses a que practiquen todo lo aprendido durante los 21 años de su pastorado; además, de que tengan obediencia al obispo y al nuevo párroco.

Señaló que fue un proceso difícil lograr ganarse el cariño de los feligreses; pero que valió la pena, al punto que llegaron a convertirse como su familia.

“Les he inculcado los valores del cristianismo que tanta falta nos hacen, como el perdón, la tolerancia, la paciencia; y les he dado ejemplo de anunciar a Jesús que nos enseña a amar y perdonar”, dijo.

El padre Lagos fue ordenando como sacerdote el 8 de diciembre de 1993 en Catedral de Santa Ana, donde inició su ministerio como vicario.

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Fue nombrado como párroco de la iglesia San Andrés Apóstol el 1 de noviembre de 1995.

Sobre su llamada al sacerdocio, relató que desde pequeño iba a la parroquia Nuestra Señora de la Asunción para contemplar la imagen de la Virgen de Dolores. “Siempre me llamó la atención todas las cosas de Dios”, dijo.

Además del trabajo espiritual que realizó en Apaneca, también deja como legado la construcción del templo que fue demolido tras los daños que presentó durante los terremotos de 2001.

Actualmente están colocando el cielo falso y falta la instalación del piso.

“Me encuentro en Apaneca con un templo que en aquella época era colonial y que debíamos de arreglar la casa parroquial. Fue un reto bonito trabajar para este pueblo; poca gente venían a las celebraciones eucarísticas y también la religiosidad popular estaba en decadencia. Poco a poco logramos ir metiéndonos con ayuda de Dios y de la comunidad en lo que ha sido el proyecto de evangelización”, expresó Lagos.

El padre Díaz manifestó que desde hace un año conocieron sobre el cambio de parroquia. Reconoció que se vuelve doloroso dejar a una comunidad; pero que en el nuevo lugar también trabajarán arduamente.

“Primero Dios podamos cumplir con la misión que el Señor nos ha encomendado”, dijo el nuevo párroco de los apanequenses.