Donde no hay pandillas no hay desaparecidos

A Chalatenango pertenecen 11 de los 22 municipios sin desaparecidos. 

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San José Cancasque es uno de los 19 municipios sin desaparecidos. 

/ Foto Por Jessica Orellana

Por Karla Arévalo

2017-03-04 6:00:00

“¡Dios dijo: ???Ustedes van a quedar apartados’!”. Y así fue. En San José Cancasque la muerte es una dama blanca. No hay homicidios, no hay desaparecidos ni maras.

Al llegar a la plaza se acerca un joven agricultor quien parece esperarnos. Alonso no estudia; solo lee, escribe y habla de Chalatenango mejor que un libro. Se rasca la cabeza al quejarse de que al grupo Melao nunca lo han llevado a su municipio para las fiestas patronales celebradas en marzo. “Es que como solo vienen varones y a los bichos no les gusta??? pero a mí me gusta como cantan”. Sonríe. Alonso le ha pedido al alcalde que lleve a su municipio al grupo Melao; aunque la respuesta de este no fuese alentadora: “Es que él me dice ???hay que preguntarle a los demás cipotes’”.


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Entre San Isidro Labrador y San José Cancasque no hay camino que lleve la sombra de las maras. Son cinco kilómetros de piedras, polvo y matorrales.

La Policía no ha recibido denuncias de desaparecimientos desde 2009; incluso hay pobladores que aseguran que luego de la guerra no ocurren homicidios ni desaparecimientos. El agente Fredy Recinos vigila el municipio desde 2013 y no recuerda hechos relacionados con el crimen organizado. “El año pasado hubo 20 detenciones por desobediencia y remoción de linderos. Pero nada de pandillas o extorsiones”. Empero, Fredy ha observado a jóvenes vestir holgado, portar cinturones palmeados y zapatos populares entre pandilleros.

 

A veces llegan desde Ilobasco porque en San José Cancasque viven algunos familiares. El agente sostiene que la relación entre municipios existe desde la guerra. Los pobladores de Cancasque emigraron a Ilobasco en los años 90. En ese municipio Los desaparecimientos se incrementaron entre 2010 y 2014. Pese a que en 2015 las denuncias disminuyeron a 22 y a 18 desaparecidos el año pasado, Ilobasco ocupa la posición 21 entre los municipios con más denuncias por desaparecimientos. La Policía ha recibido 133 denuncias desde 2010.

Un pueblo enigmático

San José Cancasque es tan pequeño que el alcalde camina desde la alcaldía a su casa.

Alrededor de una misma plaza se reúne la iglesia, la clínica y la alcaldía. Dos cuadras abajo vive Velis Ismael Peña, alcalde del municipio. Él nació ahí. En su casa, el maíz aún sigue en el suelo porque la cosecha no ha terminado.

Cancasque es rico con diez mil sacos de maíz recolectados en esta época. “Para mí es mejor que ???haiga’ maíz, y aunque sea barato lo vendamos”, dice Velis. En Cancasque el saco de maíz se compra por entre 20 y 22 dólares. Sus pobladores viven de la agricultura y la ganadería: cosechan frijol, maíz y maicillo. Las tiendas solo pagan por los granos básicos que venden y que adquieren luego de un largo trayecto hasta Chalatenango. “¿Cómo van a venir (pandilleros)? Aquí??? no vienen??? Dios dijo: ???Ustedes van a quedar apartados, fuera de la civilización’”, opina el alcalde.


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Si alguien quisiera salir de San José Cancasque luego de cometer un ilícito tendría que atravesar más de cinco kilómetros por una calleja empedrada hasta Potonico o regresar por San Isidro Labrador en un camino similar. Velis asegura que Cancasque está protegido: “También si se fueran por el río Lempa tendrían que tener canoas para cruzar. No se cruza así nomás”.

Los pobladores de Cancasque llaman al embalse del Río Lempa “La nana”. Porque “les protege” y les alimenta a través de la pesca. Velis dice que aún bajan a las ocho o nueve de la noche a su cauce. Sin machete. Solo con una vara y una atarraya.

“¡Ah, se me perdió una gallina!”

Jorge Gómez es agricultor de 34 años. Él asegura que las pandillas no anidan en Cancasque. “Es un pueblo sano. No hay delincuencia. Lo normal aquí es: ???¡Ah, se me perdió una gallina! El bolo de la esquina la fue a hacer para la sopa’” Él reconoce que el municipio es poco conocido. Además de ser un municipio en “extrema pobreza”.

De 262 municipios en El Salvador, 22 no tienen desaparecidos. De esos 22 municipios, 11 son de Chalatenango: Agua Caliente, San José Cancasque, Comalapa, Las Flores, Ojos de Agua, San Antonio de la Cruz, San Antonio de los Ranchos, San Francisco Lempa, San Francisco Morazán, San Rafael y Potonico. En este último se encuentra la base policial que también patrulla San José Cancasque.

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Rosa María Orellana es la síndica municipal de Potonico. Ella asegura que de la violencia solo se enteran “por la televisión”. “Usted puede pasar a las 12 de la noche acá y se encontrará una tranquilidad absoluta”.

Otros municipios fuera de Chalatenango sin denuncias por desaparecimiento desde 2010 son: Cinquera en Cabañas, Concepción de Oriente, Polorós y Nuevo Edén de San Juan en La Unión; Guaymango en Ahuachapán y  Jerusalén en La Paz.