En total sumarían 208 autobuses para brindar el servicio a los salvadoreños que viajan desde Soyapango a El Salvador del Mundo y viceversa.
Estas unidades serán comprada con un préstamos que los diputados aprobaron en diciembre por un monto de 45 millones de dólares.
La entrega de las unidades será progresiva, ya que se entregarán 15 de febrero a junio y después se mandarán en lotes de 50 cada mes, hasta llegar al total de unidades, según han dicho las autoridades del VMT.
Peñate, el usuario, manifestó que eso vendría a disminuir la espera e incomodidad a la que se enfrentan cada día, pues por la mañana en la terminal de Soyapango las filas también son interminables.
Aseguró que él llega al punto de abordaje faltando 20 minutos antes de las seis de la mañana, hace la fila y está subiendo exacto a las seis. A las 6:30 se está bajando en la Plaza Salvador del Mundo.
Afirmó que por la tarde para regresar a su casa es más complicado porque la fila para abordar inicia frente a la entrada del Banco Agrícola, incluso da la vuelta a la cuadra para terminar cerca del semáforo que está ubicado en la esquina del centro comercial del Salvador del Mundo.
“Desde las cuatro de la tarde hasta las siete de la noche las colas son interminables aquí. Viene montón de gente a esperar el bus y hasta pegados en la puerta se van porque el Sitramss no da a basto. A veces uno se está más de una hora haciendo cola”, dijo.
El pasado martes, desde las 6:20 hasta las 7:00 de la mañana, la salida de las unidades es cada cinco y ocho minutos.
Usuarios se desesperan
Carlos Alvarado también es usuario y viaja hacia Soyapango de lunes a viernes.
En su caso hizo la fila casi por 14 minutos. Él ha utilizado el servicio del Sitramss durante ocho meses y asegura que la calidad del servicio ha disminuido progresivamente.
Una de las razones es la sobre demanda que tienen las unidades porque “la gente va bien apretada y ni caminar puede”, se quejó.
La otra deficiencia que señala Alvarado es el tiempo de recorrido, ya que considera que es demasiado tiempo para una unidad que tiene carril preferencial.
“Voy hasta la terminal de Soyapango y el tiempo mínimo que hacen algunos buses es de 30 minutos, otros 40 y algunos se llevan hasta más de la hora por la tarde. De nada sirve que tengan un carril solo para ellos si van a 15 kilómetros por hora”, dijo.
Alvarado dice que esto le afecta porque en la terminal él tiene que abordar la ruta 29, la cual sale cada cierto tiempo, y si el bus padrón se tarda demasiado tiene que esperar más de 20 minutos para tomar la ruta que lo lleva a casa.
Este usuario tomó el bus de las 7:20 y a las 7:52 llegó a la Terminal de Integración.
En punto de abordaje, a pesar de ser casi las 8:00 a.m. aún habían largas colas.
Los pasajeros estaban ordenados en cuatro filas, dos ubicadas en la primera entrada del bus y otras dos para la segunda, con unas 60 personas esperaba la unidad.
Entre los usuarios estaba Sonia de Rodríguez, ella hace el recorrido desde Soyapango hasta Metro Sur, aseguró que siempre a las ocho de la mañana sale de la terminal y el tiempo promedio que tarda en llegar es de 25 minutos.
Manifestó que el único inconveniente que ve en el servicio es la falta de coordinación en el sistema, puesto que a veces cuando hay cierre de calles por protestas los buses del Sitramss se han encontrado unos tras de otro.
El Sitramss inició sus operaciones en 2015, desde entonces ha sido cuestionado por la forma en que fue adjudicado por el Gobierno, por lo que las gremiales de transporte pusieron una demanda de inconstitucionalidad al argumentar que tuvo que entregarse en concesión.
La Sala de lo Constitucional ha ordenado al Gobierno que le explique la forma en que fue adjudicado el proyecto.