En 7 años, 117 niñas de 12 años dieron a luz en uno de los hospitales públicos en El Salvador

Karen es solo una de las miles de adolescentes embarazadas que han sido atendidas en hospitales públicos. 

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Hubo más de 7 mil adolescentes atendidas por embarazo en 2016.

/ Foto Por Lissette Monterrosa

Por Xenia González Oliva

2017-02-06 4:30:00

Karen no había pensado si quería ser mamá. Su única preocupación era ella, deambulando en ese puente entre la adolescencia y la vida adulta, sin saber qué oportunidades lograría apenas tantear para su futuro. Ahora, parada afuera del nuevo Maternidad, luciendo menor de lo que en realidad es, delgada, con voz de niña y una bebé entre sus brazos, Karen, de 18 años, es mamá de una bebé de cinco meses.

“Raro”, es la palabra que describe para Karen el momento en que se descubrió como la responsable de una persona más. No se veía como una mamá cuando se enteró que estaba embarazada, ni cuando su vientre crecía con el pasar de los meses, ni siquiera cuando conoció a su hija en una incubadora del hospital.

“Cuando la fui a ver por primera vez aquí, yo no la quería ni chinear, no es mía, decía yo… Me vine a adaptar como a la semana de que tenía un bebé”, cuenta con fascinación al considerar que ahora todo su tiempo, esfuerzos y cariño orbitan alrededor de su hija.

En El Salvador no es raro que una niña se convierta en madre. Es la realidad afuera del Hospital Nacional de la Mujer, de donde madres, con sus hijas adolescentes y sus nietos en brazos, salen y entran.


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También parejas jóvenes, muy jóvenes,  caminan hacia el hospital algunos luciendo como niños asustados con otro niño entre brazos.

Los datos también demuestran esta realidad. 

Desde enero de 2010 hasta noviembre de 2016, los 30 hospitales del Ministerio de Salud acumularon 299,627 egresos hospitalarios de pacientes que tenían entre 12 y 18 años de edad.

El registro recopila todos los tipos de diagnósticos posibles, como traumatismos, problemas renales, leucemias y distintos tipos de tumores, pero la causa de hospitalización que supera por miles al resto es el “parto único espontáneo” sin otra especificación. En casi siete años, Salud atendió 70,332 partos de adolescentes bajo dicho diagnóstico.

La segunda causa de hospitalizaciones fue la apendicitis aguda no especificada con un total de 18,029 casos.


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Además, al separar las primeras diez causas de egresos hospitalarios de adolescentes, siete de estas son diagnósticos relacionados al embarazo, incluyendo partos con complicaciones y aborto.

Los datos confirman las altas probabilidades de que una niña resulte embarazada a partir de los 12 años.

En el período mencionado, 117 niñas de 12 años dieron a luz en uno de los hospitales del sistema de salud público.

La cifra de partos atendidos comienza a aumentar exponencialmente con la edad. En el mismo lapso hubo  714 niñas  de 13 años  de edad que ingresaron por ese diagnóstico; 3,278 de niñas de 14 años; 8,572 de 15 años; 14, 849 de 16 años,  20,220 de 17 años  y 22, 582 de 18 años.

Sin embargo, el diagnóstico mencionado es solo una muestra del impacto de los embarazos en adolescentes.

Cada paciente puede ser ingresado a un hospital por una causa que puede ser general, como un parto, en este caso. Pero son clasificados de forma específica de acuerdo a las condiciones que rodearon a cada caso. Por ejemplo, un parto puede diagnosticarse como “parto único espontáneo sin otra especificación”, el más común; pero también como “parto por cesárea de emergencia”, “parto por cesárea electiva” y “parto prematuro”, entre otros.

Al recopilar todos los casos con diagnósticos relacionados a embarazos, partos e incluso abortos en adolescentes, la cifra total de atenciones relacionadas a embarazos adolescentes es de 147,697. Casi la mitad de todas las atenciones hospitalarias de adolescentes en el país.

En el listado de circunstancias y complicaciones que rodean a los embarazos de adolescentes en El Salvador, el caso de Karen cumple con varios de los puntos.

Uno de los principales riesgos de un embarazo en una menor es que, debido a que el cuerpo de la madre no está adecuadamente desarrollado, hay más probabilidades de que el bebé nazca prematuro.

La hija de Karen nació a pocos días de cumplir los siete meses de gestación. Por complicaciones previas, Karen había estado ingresada en el hospital Zacamil donde le aplicaron unas inyecciones que permitieran el rápido desarrollo de los órganos de la bebé, como los pulmones.

La situación de prematurez era delicada, pero no tan crítica ya que, según cuenta Karen, cuando nació en el nuevo Maternidad solo necesitó cinco días en una incubadora, para poder recuperarse y ser dada de alta.

En cambio, los datos de egresos hospitalarios del país señalan los riesgos más recurrentes a los que se exponen las adolescentes durante su embarazo.

Por ejemplo, en quinto lugar entre las principales causas de egresos está la infección no especificada de las vías urinarias en el embarazo, con 8, 197 casos en total.

Pero luego hay una recurrencia de casos más complejos, como 4,284 pacientes adolescentes que tuvieron que ser hospitalizadas por el diagnóstico de “aborto no especificado incompleto sin complicación”.

Otras 2,778 jóvenes desarrollaron preeclampsia severa, una complicación que provoca hipertensión arterial durante el embarazo e incluso puede derivar en daño renal. Siete de las pacientes que desarrollaron esta complicación eran niñas de 12 años y 36 niñas de 13 años.

Entre enero de 2010 y noviembre de 2016, los hospitales del Ministerio de Salud atendieron a más adolescentes: 1,713 con leucemia linfoblástica aguda; 1,524 con diarrea y gastroenteritis de presunto origen infeccioso.

En ese periodo, hubo 1,749 niñas y adolescentes que sufrieron desgarro perianal de primer grado durante el parto; entre ellas  76 niñas de 12 a 14 años que fueron ingresadas por ese tipo de desgarro ocurrido durante el parto.

La vida de adulta de Karen inició cuando le dieron el alta a su bebé. Ya no era solo ella, ahora estaban su hija y el padre de su hija, su pareja, que tiene 40 años de edad.

Que una adolescente menor de edad se acompañe y tenga su primer hijo con una pareja mucho mayor que ella tampoco es raro en El Salvador.
Las entidades de Salud han reiterado en diversas ocasiones su preocupación por este fenómeno y la necesidad de implementar medidas legales más severas para evitar esta tendencia.

Karen cuenta que en su escuela les habían explicado sobre los riesgos y consecuencias de que una niña entable una relación con un adulto.
Pero ella asegura que “ya tenía el DUI” cuando conoció a su pareja actual.

También les habían enseñado sobre el uso de métodos anticonceptivos y aunque ella los estuvo utilizando por un tiempo, dejó de usarlos justo antes de quedar embarazada.

Karen estaba estudiando noveno grado, pero ya no pudo continuar con sus estudios. “Estábamos pensando con él que yo pueda continuar cuando esté un poco más grande”.

Su ideal es poder estudiar contaduría, pero en estos momentos, sus sueños se concentran en su nuevo hogar.

Karen es la segunda de seis hijos. Con risas  comenta que su hermano menor nació unos meses después que su hija.