Viceministro de Salud resta importancia a reducción del presupuesto de hospitales

Este año los hospitales públicos tienen $17 millones menos en sus fondos.

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Ambulancia arruinada en el Hospital de La Unión es empujada por los empleados; esto ocurrió  en octubre del año pasado. Foto de archivo.

/ Foto Por Lissette Monterrosa

Por Lucinda Quintanilla/ Iris Lima/ Evelyn Chacón

2017-01-20 7:30:00

El viceministro de Salud, Eduardo Espinoza,  restó importancia a la reducción en $17 millones del presupuesto de funcionamiento de los 30 hospitales públicos del país.

A criterio del funcionario, la disminución  “no afectará” y añadió que “si hay algunos meses de desabastecimiento de medicinas e inversión de Salud, será por la oposición de la derecha en aprobar el presupuesto de este año”, dijo ayer durante una actividad en el municipio de San Miguel.

El viceministro explicó que como parte de las directrices y techos dados por el Ministerio de Hacienda, ellos realizaron los ajustes presupuestarios.

Pero las autoridades locales de hospitales tienen una opinión diferente de la medida.

El subdirector de hospital santaneco, San Juan de Dios, doctor German Arévalo opinó que la reducción sí les afectará, incluso podría haber congelamiento de plazas.

“Esto nos afecta a todo nivel, acuérdese que el 80 % 90 % de nuestro presupuesto va asignado a salarios, nos va afectar en lo que es el recurso humano, médicos, enfermería; pero también eso nos va a obligar a hacer recorte en algunas compras de insumos y medicamentos.

Prácticamente una austeridad y tendremos que ver cómo le hacemos”, dijo Arévalo.

El presupuesto de funcionamiento del hospital santaneco tiene una reducción del 8.45%.

El año pasado recibió $22 millones 508 mil 430, pero este año le han asignado $20 millones 607 mil 268.

Es decir $1,901,162 menos, de acuerdo con los documentos de las propuestas de presupuesto 2016 y 2017.

“Se rumora que se van a congelar plazas de aquellas plazas que fueron pensionadas en 2016, no se van a poder contratar para 2017”, respondió el subdirector al ser consultado sobre las posibles repercusiones por el recorte monetario.

El hospital San Juan de Dios, en Santa Ana, atiende un promedio de 32 mil egresos hospitalarios  anuales y diariamente brindan entre  900 a 1,000 consultas ambulatorias diarias, según el funcionario.

En el hospital público del municipio de San Miguel, también llamado San Juan de Dios, las autoridades locales enfrentarán la disminución de su presupuesto con los ingresos que recibirán este año por el alquiler de  uno de sus edificios al Seguro Social y por servicios médicos prestados a Bienestar magisterial.

“Este año yo tengo algo (dinero) extra que es la duplicación del presupuesto de Bienestar Magisterial, con eso cubriría la parte que deja como déficit por parte del ministerio; asimismo, el extra por parte del Instituto Salvadoreños del Seguro Social, que a través de un convenio hemos realizado la venta de servicios”, declaró la director del sanatorio migueleño, Juana de Canales.

La funcionaria manifestó que aún no tienen definido el monto  a cobrar al Seguro Social porque aún no se trasladan al local que les alquilarán.

“Pero creemos cubriría en un 80 % lo que el ministerio dejaría de darnos. Por esto no quedaremos descubiertos, sumado a ello las políticas de austeridad que nosotros tenemos, con eso saldríamos adelante”, explicó Canales.

El presupuesto del sanatorio de San Miguel, de este año,  fue disminuido en un 8.45 %  en comparación al otorgado el año pasado.

En 2016 recibió $23 millones 183 mil 405, este año la partida de funcionamiento es de $21 millones 266 mil 937; es decir, $1 millón 901 mil 162 menos.
Los hospitales públicos con los mayores porcentajes de reducciones presupuestarias, de mayor a menor, son: San Rafael, en el municipio de Santa Tecla; Rosales en la capital; el sanatorio de Santa Ana, el de San Miguel y Sonsonate.

De los 30 hospitales públicos del país administrados por el Ministerio de Salud, 17 tienen recorte en sus fondos de funcionamiento y los restantes  tienen alzas que oscilan entre el 0.02 % y el 2.37 %, y en algunos casos se mantienen igual al año anterior. 

“Hemos calculado con mucha precisión la reducción en todos estos elementos que le contaba (papelería, combustible, mantenimiento de vehículos), de tal manera que se pudiera garantizar a la población que iba a tener sus medicamentos, insumos y todo eso; pero este retraso que la extrema derecha ha generado (en la aprobación del presupuesto) ya nos ha retrasado un mes todo proceso de planificación”, expuso Espinoza.

El funcionario reiteró que el recorte no afectará la atención de los pacientes y lo explicó de la siguiente forma: “No es una reducción que se ha hecho específicamente en cada presupuesto. Por ejemplo, cuando compramos los medicamentos, cada hospital tiene su asignación presupuestaria. Y en el primer nivel de atención (unidades de salud) la asignación viene vía la Unidad Central, entonces todos esos presupuestos los conjuntamos, porque los hospitales funcionan como unidades especiales que reciben su propio presupuesto; entonces recolectamos ese presupuesto y hacemos una compra global de medicamentos. Ahí priorizamos los hospitales, aunque al hospital le aparezca menos va a tener sus medicamentos. No es así como se presenta la situación, que $17 millones les faltan al presupuesto”.

Este año el Ministerio de Salud recibirá $40.9 millones para inversión y $583.9 millones para funcionamiento, según  declaraciones de funcionarios de esa cartera de Estado.