Fusades: mesas de diálogo desde 1994 deben ser hoja de ruta

Indica que algunos de estos foros rindieron frutos, pero en su mayoría no se han echado a andar los acuerdos logrados.

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Foto: Archivo / Foto Por EDH

Por Rafael Mendoza López

2017-01-30 10:00:00

Las 19 mesas de diálogo instaladas desde 1994 luego de los Acuerdos de Paz deben servir como una hoja de ruta para el nuevo proceso de diálogo que el gobierno ha anunciado con el acompañamiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de acuerdo con un análisis de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades). 

De acuerdo con el director del Departamento de Estudios Políticos (DEP) de Fusades, Luis Mario Rodríguez, estas mesas son un antecedente de que ha habido buena voluntad entre gobierno y sectores para iniciar un diálogo en la búsqueda de acuerdos para solucionar los principales problemas del país, pero asegura que los acuerdos que han emanado en materia económica, social y de infraestructura productiva, no han sido implementados adecuadamente. 

Estas instancias han sido foros, consejos superiores, comisiones y pactos en distintas materias, pero muchos de los acuerdos no se han concretado, de acuerdo con Rodríguez, porque ha faltado  voluntad política, por diferencias ideológicas y ausencia del presupuesto adecuado para cumplirlos.

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“El espíritu de los Acuerdos de Paz se ha mantenido en distintos espacios, ya sea como consejos y comisiones que han producido acuerdo que no han logrado concretarse cuando se llevan a la acción”, manifestó Rodríguez.

Una de las mesas que más frutos ha rendido ha sido la Comisión Nacional de Desarrollo, cuyos efectos aún permanecen latentes en la creación del Fomilenio I y II, pero que fue disuelta por el gobierno de Mauricio Funes en 2009 (leer nota aparte).

Al mismo tiempo, las mesas sobre pacto fiscal se han desaprovechado, de acuerdo con Fusades, debido en muchas ocasiones a las coyunturas políticas. 

De igual forma, estas mesas han contado con diferentes mediadores, tanto gubernamentales como de la comunidad internacional, lo cual lleva a Fusades a concluir de que los resultados de estas instancias deben ser retomadas y analizadas, de cara a la “segunda generación de acuerdos” que anunció el presidente Salvador Sánchez Cerén durante la celebración de los 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz. 

Se necesita comisión de seguimiento

Para Rodríguez, este tipo de diálogos requieren de una comisión de seguimiento que verifique la implementación de las medidas acordadas en cada una de las instancias, ya sea por parte del Órgano Ejecutivo, en su ejecución presupuestaria, o del Órgano Legislativo en la creación de las normativas necesarias.

Por otra parte, aseguró que todo acuerdo debe tener vinculación en las mesas con la instancia encargada de implementarlo; por ejemplo, en donde se requiera decisión del Congreso, deben participar los jefes de bancada para que no haya desconocimiento de las medidas o planes que se requiere implementar. 

Este proceso de diálogo, a juicio del análisis hecho por Fusades, debe pasar por el respeto a la independencia de poderes y el objetivo de generar condiciones para más inversión y creación de empleos.

“Si bien los diálogos nacionales pueden abordar aspectos del régimen político y económico, la finalidad para el caso de El Salvador, debería enfocarse en el fortalecimiento del republicanismo que garantice la separación de poderes y en el funcionamiento autónomo de las instituciones públicas, así como en el establecimiento de las condiciones que permitan a las empresas expandir sus inversiones y generar empleos, en un entorno de seguridad jurídica y respeto a la propiedad privada y la implementación de planes sociales sostenibles”, señala el informe del tanque de pensamiento.