Así son los pandilleros tras las rejas

¿Cuántos pandilleros presos tienen título universitario? ¿Qué delitos cometieron? ¿Cuál pandilla tiene más mujeres? Conoce el perfil del pandillero tras las rejas: 

descripción de la imagen

Tras las rejas de 20 penales en El Salvador hay 9,466 pandilleros condenados y 4,841 a la espera de una sentencia. 

/ Foto Por EDH

Por Karla Arévalo

2016-12-15 9:00:00

A sus 23 años, Mario Tamayo asesinó a una pareja y a un joven siete años mayor que él. El palabrero de la MS recibió una condena de 111 años de prisión por los asesinatos y hoy, es uno de los 14,307 pandilleros presos en los penales de El Salvador.

La MS tiene más pandilleros presos que la 18. Unos 7,714 pandilleros de la Mara Salvatrucha cambiaron la libertad por las rejas.

En 2005 hubo una ruptura en la mara 18. El jefe de los Sureños es Carlos Mojica Lechuga, alias “Viejo Lin”, y el de los 18 Revolucionarios: César Díaz, alias “Muerto”. Los Sureños del “Viejo Lin” tienen más pandilleros presos que los Revolucionarios: 2,206 Sureños están condenados y 1,267 esperan una sentencia. Mientras que 1,780 pandilleros de la 18 Revolucionarios están presos y 1,340 procesados;  la mayoría pasará entre  11 y 20 años tras las rejas.  En libertad, unos 66,000 pandilleros le advierten al país: “Ver, oír y callar” o “la mara controla, mata, viola”.

La Mara Salvatrucha atrae a más mujeres que la 18; 518 pandilleras son de la MS, 385 de la 18 Sureños y 206 de la 18 Revolucionarios. Los hombres representan el 92 % de la población pandilleril tras las rejas.

Adolfo  pidió a El Diario de Hoy ocultar su verdadera identidad. Por más de 15 años él intentó rehabilitar pandilleros antes de que terminaran presos o muertos, pero hoy cree que rehabilitarlos no es posible. “Lo que llaman ???rehabilitación de pandilleros’ no existe.


Lee también: ¿Cuántos pandilleros en las cárceles tienen título universitario?


Desde la tregua no se puede trabajar con ellos. Están empoderados. Ni siquiera hay un mínimo de interés en remediar este problema porque ellos han crecido gracias a los gobiernos”. Él opina que los pandilleros tienen suficiente poder: “Por eso están metidos en todas partes y nadie puede detenerlos”.

Cuando el Diablito de Hollywood tenía 21 años, Adolfo lo vio exhalar bocanadas de marihuana en un parque de la capital mientras decía: “Ya verán, ya verán. Nosotros vamos a ser los cachimbones, ya verán”. Borromeo Henríquez, alias El Diablito de Hollywood, actual jefe de la Mara Salvatrucha y recluido en Zacatraz anticipó el dominio que tendría la Mara Salvatrucha.


Lee también: Armas y chalecos antibalas lucen pandilleros  de Sonsonate en foto


Adolfo recuerda los años de tensión que vivió en una “comunidad de pandilleros”. La escena: una madre, unos hijos y un cadáver. Y a la vuelta dos pandilleros riéndose, cruzados brazos, mientras observan a los familiares del joven asesinado. “Ahora los pandilleros matan sin sentido. Matan por matar. El que diga que el terror no es la base del control de las maras, miente. Ellos controlan por medio del terror. Un terror que solo da la muerte”.

El Salvador han sido condenados más pandilleros por homicidio que por otros delitos: 5,178 pandilleros de la MS; 1,777 del Barrio 18 Revolucionarios y otros 1,871 de la 18 Sureños. Al homicidio le siguen la extorsión y las agrupaciones ilícitas como causas más frecuentes de condena y encarcelamiento.

Adolfo cree que las pandillas son una mafia: “La mafia persigue el poder a través del dinero. Para lo único que les sirve el dinero es para tener más poder”. Él opina que las casas, los negocios y los vehículos incautados a las pandillas son “nada, comparado a todo lo que tienen (en bienes)”.

Lo que ofrece la mara 
Algunos jóvenes ven en las pandillas, no el riesgo de cárcel o muerte, sino la facilidad de obtener poder y dinero. “Para ellos (pertenecer a la pandilla) es una estrategia económica” opina   Jordan Palma, un antropólogo que realiza investigaciones en comunidades de alto riesgo, una de ellas es la comunidad Montreal en Mejicanos. “Un lugar donde se suele pensar que si uno entra no sale vivo”. Conociendo las dinámicas locales, él considera que hay diversidad de comportamientos en las pandillas. “Algunas son más agresivas que otras”.

El antropólogo considera que, lo que la mara promete para atraer a nuevos miembros, es la facilidad de dinero.  Incluso “hay padres que saben que sus hijos están ahí (en las maras) pero sus hijos les resuelven situaciones económicas. No es lo ideal pero son las alternativas que la gente toma”.


Lee también: Trump promete erradicar las pandillas salvadoreñas


Ante tales casos, el criminólogo Carlos Carcach opina: “Si yo tuviera un hijo pandillero, el gran amor por mi hijo, me haría quedarme callado”. Él considera que para estas familias, el único defecto que tiene el joven, es pertenecer a una pandilla. “Como cada quincena, cada semana o cada día lleva dinero para la comida, para la luz (energía eléctrica) y para el agua, eso los convierte en un buen proveedor”.

Si el pandillero es enviado a prisión, sus familiares ya saben a quienes extorsiona y cuánto dinero les pide. “Como hay que pagar abogado y seguir comiendo, vengo yo (el familiar) y voy a recoger las extorsiones”. Pero no solo la familia se beneficia de la extorsión: “Deben pasar algo (de dinero) para arriba, para la ranfla nacional. Esto es un sistema de franquicias criminales”. Hay 2,090 pandilleros de la MS presos por extorsión, entre condenados y procesados; 876 de la 18 Sureños y 807 de los 18 Revolucionarios.

El dinero que ingresa a las pandillas está siendo administrado por contadores de profesión. Otras veces, el control es llevado en una libreta de apuntes. “Deben tener un registro de cuánta droga recibieron, cómo se distribuyó, a quién se le dio y cuánto vendió cada pandillero”, explica Carcach.

A diferencia de Adolfo, Carcach sí califica como crimen organizado a las pandillas.

Hay pandilleros de 55 años y más
En las cárceles hay 176 pandilleros desde 46 hasta 55 años, el 54 % son miembros de la MS y el resto son de la 18 Sureños. La hipótesis de Carcach es que los pandilleros “más viejos de la 18” se quedaron con el “Viejo Lin”. Por ende, los Revolucionarios son pandilleros más jóvenes.

Sin embargo, la mayoría de pandilleros presos tiene entre 26 y 35 años. “Un punto que poco se dice es que el sistema penitenciario está siendo utilizado para incapacitar a criminales muy activos”.

La edad promedio del pandillero en la cárcel es de 29 años. Una edad que, según estudios internacionales citados por Carcach, es la etapa más violenta de un delincuente. “Y está más orientada hacia delitos contra la integridad de las personas o su  patrimonio: homicidios, robos y extorsión”.

Los delitos por los que hay más pandilleros presos