A tres días de que finalizara el 2016, las autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC) registraban 5,264 personas muertas a raíz de la violencia criminal que se desató entre el 1 de enero y el 28 de diciembre. El año que termina se convierte así en el segundo más violento en la historia reciente de El Salvador.
Sin embargo, las autoridades de Seguridad descuentan las muertes de más de 550 supuestos pandilleros, porque según la Policía, murieron en “ataques armados” contra policías y soldados en el mismo período.
Las cifras anteriores ponen a El Salvador como uno de los países más violentos del mundo con una tasa de 80 homicidios por cada 100,000 habitantes según organismos internacionales, entre éstos el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
Desde sus inicios, el 2016 se volvió tan violento en el primer trimestre que se pronosticaba que podría ser igual o peor que el 2015, en el que 6,656 personas murieron a causa de la violencia criminal, la mayoría provocada por las pandillas, según las autoridades de Seguridad. Solo en el primer trimestre de 2016 murieron 2,015 personas, es decir, que en promedio se registraron 22 homicidios por día.
Sin embargo, las autoridades de Seguridad Pública dieron un giro al combate de la criminalidad y a partir de finales de marzo impulsaron las que denominaron medidas extraordinarias que tenía como propósito principal frenar las salidas de órdenes criminales desde las cárceles y desplegar batallones especializados contra las pandillas.
A partir del segundo trimestre de este año la situación de violencia comenzó a tener una considerable mejoría. Los registros de las autoridades detallan que desde abril pasado hasta el 28 de diciembre hubo 3,249 asesinatos. Lo anterior refleja que en ese período se tuvo en promedio 12 asesinatos por día.
Los municipios que registran más homicidios en este año son Soyapango, Apopa, San Marcos, Quezaltepeque, Jiquilisco, San Salvador, Santa Ana, San Miguel, Nahuizalco e Izalco.
También aparecen Zacatecoluca, Puerto El Triunfo, Usulután, San Sebastián, Zacatecoluca y San Pedro Perulapán; entre otros.
Un informe del Instituto de Medicina Legal detalla que hasta noviembre habían muerto 4,451 hombres y 485 mujeres a raíz de la violencia.
Señala el documento que 4,068 de las víctimas tenían entre 18 y 59 años; mientras que 619 eran menores de edad, es decir, jóvenes y niños de entre menos de un año y 17 años.
Las personas de la tercera edad no escaparon a la violencia en su mayoría causada por las pandillas. El informe de Medicina Legal detalla que 183 víctimas de la violencia tenían más de 60 años