Oseas Aguilar, el estudiante que pandilleros asesinaron el último día de clases

En el último día que asistiría a su centro escolar, el joven fue bajado de un carro y acribillado al instante. Si bien el crimen podría ser una venganza, el joven no tenía relación con grupos de pandillas  

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Homicidio estudiante , entierro en Sonsonate. / Foto Por Lissette Monterosa

Por Jorge Beltrán Luna

2016-11-18 8:33:00

“Me lo mataron. Era mi chimpe (último hijo)”,  repetía  entre sollozos Carmen Aguilar, una mujer campesina de 60 años y con marcadas facciones indígenas, frente al ataúd de Oseas Nehemías Tepas Aguilar, de 17 años.

El joven fue asesinado el jueves minutos antes de las 7:00 de la mañana cuando iba para el Instituto Nacional Thomas Jefferson, de Sonsonate.

Oseas llevaba puesto el uniforme escolar como lo hizo todos los días de este año para asistir a sus clases de primer año de bachillerato general. El joven viajaba desde el cantón Sabana Grande Arriba, del municipio de Nahuizalco.

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Desde enero de este año siempre viajó en pequeños camiones que transportan gente desde Sabana Grande Arriba pasando por los cantones Sabana Grande Abajo y El Carrizal.

Ese mismo recorrido hacía al salir de clases. Nunca recibió amenazas y tampoco él se sintió amenazado. No se metía en problemas con nadie, afirman familiares y vecinos quienes acompañaron el funeral en gran cantidad. Fueron necesarios seis camiones para transportar a la gente desde la casa de Carmen hacia el camposanto de Nahuizalco.

Posible venganza
Hace cinco días en el cantón Sabana Abajo fueron asesinadas dos personas a quienes fuentes policiales señalan que eran los cabecillas de grupos de la Pandilla 18 que mantienen presencia en los cantones Sabana Grande Abajo y El Carrizal.

En Sabana Grande Arriba donde, vivía Oseas Nehemías, hay presencia de la Mara Salvatrucha (MS-13).
Ayer en la mañana los pandilleros de la 18 habían establecido una especie de.control vehicular en el sector conocido como El Bambular, un tramo de calle del cantón  El Carrizal.

En ese lugar, según lugareños, siempre se mantiene un grupo de entre seis y 10 pandilleros armados con escopetas, pistolas y fusiles para cobrar renta a los camiones distribuidores de mercaderías en las tiendas de la zona o para checar quién entra o se desplaza en los camiones que transportan gente de Sabana Grande Arriba.

Ayer no fue la excepción. Ahí estaban los pandilleros en El Bambular.  Lo trágico fue que al detener la marcha del camión, varios delincuentes se subieron y bajaron a golpes a Oseas Nehemías. No le dijeron nada. Sólo lo bajaron y en el mismo momento le dieron un balazo en la cabeza, uno en la espalda y otro en el pecho, en el corazón.

Luego ordenaron al conductor del camión que siguiera su marcha.

La policía sospecha que al estudiante lo mataron en una especie de venganza por el hecho de  vivir en un cantón donde hay presencia de la MS13. Así habrían vengado a sus dos cabecillas que les mataron hace pocos días.

Oseas Nehemías era el último hijo de Carmen

Ayer, Carmen, la madre del joven recordó que el martes había acompañado a su hijo hasta el centro de estudios del cual la habían llamado para  informarle que su hijo había aprobado el primer año de bachillerato y para que, a la vez, firmara un documento en el que ella se comprometía a enviar a su hijo el próximo año.

“El sueño de mi hijo era seguir estudiando, conseguir un trabajo para que yo dejara de salir a vender”, comentó Carmen ayer, poco antes de sepultar a su hijo.

La mujer negó que su hijo hubiese sido asesinado por vínculos con pandillas.

Mostrando los cuadernos del joven, Carmen recordó que su hijo ayudaba en la elaboración de artesanías como canastos y petates, entre otras, que luego ella salía a vender de forma ambulante en Sonsonate, Ahuachapán o San Salvador.