Víctima antes de morir: Dios mío, no son policías de verdad

Junto a la víctima estaban cuatro parientes a quienes los asesinos no les hicieron daño. El lugar donde fue cometido el homicidio es controlado por la mara Salvatrucha.

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Pasaje de la lotificación La Galilea, donde el sábado en la noche fue asesinada una mujer de 65 años, frente a cuatro de sus familiares.

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Por El Diario de Hoy

2016-04-24 9:08:00

En circunstancias que han dejado confundidos a parientes y vecinos, el sábado en la noche fue asesinada María Maura Hernández, una mujer de 65 años, frente a varios de sus nietos e hijos, según informó la Policía.

Uno de los familiares de la señora explicó a El Diario de Hoy cómo fue cometido el asesinato en la colonia La Galilea, una lotificación rural del cantón San José Obrajito, caserío La Lucha, en el municipio Santiago Nonualco, departamento La Paz.

La Galilea es un lugar con mucha presencia de la mara Salvatrucha (MS-13); está localizada entre la carretera El Litoral y la calle antigua a Zacatecoluca.

Al lugar no entra ningún extraño sin que los postes o colaboradores de la agrupación criminal se pongan muy activos, sea reportando por teléfono o merodeando y vigilando a corta distancia en bicicleta a los foráneos.

Sin embargo, el sábado como a las 9:30 de la noche, cuatro hombres vestidos con ropas similares a las que usa la Policía ingresaron a la lotificación y fueron directamente a la casa de una de las hijas de Maura.

A esta mujer le dijeron que eran policías, que llevaban una orden de captura para ella y su madre, es decir, para Maura y que los llevara a donde ella vivía.

A pesar de que la hija de Maura les preguntó muchas veces por qué delito era la orden de captura contra ellas los hombres no le dijeron. Le pusieron una abrazadera de plástico, a manera de esposas, en las manos y la obligaron a que les fuera a mostrar dónde estaba su madre.

Cuando llegaron a la casa de Maura, uno de los hombres tocó la puerta. Ella abrió y la hija, que iba atada de las manos, le dijo que ellos decían que se las llevarían presas porque tenían una orden de captura.

“Dios mío, no son policías normales”

En la casa de Maura estaban un hijo de ella, de 28 años, y dos nietos de 11 y 16, quienes acompañaron a Maura hasta la puerta a ver qué ocurría.

Cuando Maura vio a los cuatro hombres, exclamó: Dios mío bendito, estos no son policías normales.

Terminada la frase, uno de los cuatro hombres, el que estaba más cerca, le disparó con una escopeta en el rostro. Maura cayó muerta al instante.

Los cuatro asesinos se marcharon tranquilamente por la  calle principal de la lotificación olvidándose de que habían dejado atada a la otra mujer.

El menor de los nietos (de 11 años) de Maura resultó herido por uno de los perdigones del escopetazo y fue trasladado de inmediato un hospital público, explicaron los familiares.

Mientras tanto, la hija de Maura le pidió a una vecina que la ayudara a cortar la abrazadera plástica de sus manos.

No pudieron hacer más que llamar a la Policía que llegó aproximadamente 30 minutos después de haber sido informados sobre el crimen.

A pesar de que los familiares aseguraron que ninguno de los nietos de Maura están vinculados a grupos de pandillas, fuentes Policiales dijeron lo contrario.

Sin embargo, a las autoridades también les asalta  la duda: si era un grupo de exterminio, por qué solo matar a Maura y no a los tres hombres que con ella estaban en la misma casa.

Los parientes de la víctima dijeron que ella no había comentado ninguna amenaza, a excepción de un policía (que no identificaron) que solía llegar a donde ella a acosarla, preguntándole dónde estaban las armas.

Sin embargo, no creen que en el crimen haya policías involucrados, pues de ser así, no habrían llegado primero donde la hija a que les enseñara dónde vivía la sexagenaria.

Ayer en la tarde, algunas noticias informaban de que Maura era abuela de dos miembros de la MS-13, sin embargo, esto fue descartado por familiares de la víctima.