Sapos, murciélagos y peces para controlar plaga del zancudo

En Argentina, el ministro de Salud reveló que el mosquito Aedes aegypti se ha hecho resistente a las fumigaciones y en portales de venta en línea ha florecido la comercialización de sapos para controlar a los zancudos. 

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Los controladores biológicos, como los sapos y peces, podrían aportar más en el combate contra el zancudo Aedes aegypti. 

/ Foto Por elsalv

Por Xenia González Oliva

2016-02-11 4:11:00

La incertidumbre generada por la expansión del zika y sus posibles secuelas ha provocado que los países de la región refuercen todas las acciones posibles para combatir al zancudo transmisor del virus, el Aedes aegypti. 

Pese a las sendas jornadas de fumigación observadas en diversos países, no se ha logrado controlar la propagación del virus ni del vector, lo que ha llevado a algunas personas a promover el uso de métodos más naturales, como sapos para comerse los zancudos. 

En Argentina, el ministro de Salud, Jorge Lemus, ha llegado a reconocer que los mosquitos Aedes se han vuelto resistentes a las fumigaciones.

El funcionario declaró que, ante la nueva resistencia de los zancudos, tendrán que cambiar las sustancias que utilizan para fumigar. 

Aunque el gobierno argentino ha favorecido una reducción en los precios de los repelentes, los más efectivos han comenzado a escasear o los venden a un alto costo. 

Ante esta situación, en las tiendas en línea han comenzado a aparecer cada vez más anuncios de ventas de sapos y ranas para “combatir el dengue y el zika”. 

Los anfibios son ofrecidos como una alternativa ante la inefectividad de los insecticidas contra los zancudos. 

Sin estudio sobre efectividad

El entomólogo salvadoreño, Rubén Sorto, expuso que lamentablemente en el país no ha habido una investigación formal para determinar el nivel de efectividad de los insecticidas que se están aplicando para controlar a los zancudos adultos y a sus larvas.

Sorto consideró la posibilidad de que los zancudos en el país  podrían ser ya inmunes a los insecticidas, como el abate entregado para combatir a sus larvas. 

“Los insectos tienen una capacidad de mutar rápido, crean mutaciones que se adaptan a esos cambios o a esos venenos, la cantidad de veneno o el tipo de veneno que se les ofrece ellos ya lo soportan”, comentó. 

Sorto expresó que ante esa resistencia química es mejor optar por el control biológico, donde hay otra especie en la cadena alimenticia encargada de controlarlos. 

“Pero el sapo por sí solo no va a controlar a una población de zancudos, pero sí forma parte de un grupo de especies que sí pueden controlarlos”, explicó un biólogo consultado.

En el país, los zancudos tienen una gran cantidad de controladores biológicos, no solamente son los anfibios, también están los murciélagos, algunas aves, otros insectos, como las arañas, además de los peces que pueden alimentarse de las larvas del mosquito. 

“El problema se da cuando todas estas especies controladoras desaparecen de un ecosistema, entonces la otra aumenta en su población, que es lo que ha sucedido con el zancudo”, dijo. 

En el caso de los sapos, el desordenado crecimiento urbano, la alta contaminación de ríos y quebradas, y la matanza de estos animales como una forma de juego de muchos niños, ha provocado una reducción en su población.   

“La mayor incidencia de dengue, chikunguña y zika es en las principales ciudades, donde estos controladores están en una cantidad reducida y el zancudo se ha adaptado a la perfección”, expresó el biólogo. 

El experto señaló que si se hace popular la venta de sapos, como en el caso de  Argentina, debe haber precaución de que no llevar especies que no son naturales a un territorio, ya que se puede provocar un desequilibrio en el ecosistema.  

En El Salvador existen 32 especies de sapos, la más común es el sapo sabanero. 

En la zona de La Libertad, el Ministerio de Salud también ha implementado un programa de controladores biológicos con alevines, crías de tilapias, para que se coman las larvas de zancudos de pilas y otros depósitos usados para almacenar agua. 

Investigan al Culex 

Científicos de la  Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil han comenzado a investigar la posibilidad de que la especie de zancudo Culex, mosquito común, también esté transmitiendo el zika. 

La investigadora Constancia Ayres de Fiocruz ha expresado a medios internacionales que han decidido estudiar esa posibilidad ante la alarmante velocidad con la que se ha expandido el virus.  

En el país, además del mosquito Aedes, existen las especies Anopheles, que transmite el paludismo, y también el Culex, vector de la fiebre del oeste del Nilo. 

Pero para el asesor de enfermedades transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Franklin Hernández, no debe generarse alarmas tempranas por el tema. 

“Se han estudiado otro tipo de mosquitos y hasta ahora el Aedes es el responsable específico de la transmisión de estas enfermedades”, señaló Hernández, en referencia a las enfermedades producidas por virus de la familia Flaviviridae, al que pertenecen el dengue, zika y fiebre amarilla.  

El infectólogo Iván Solano Leiva consideró importante la investigación y no se puede descartar ante la capacidad de evolución de los virus. Añadió que, si se comprueba, se profundizaría el problema del control de zancudos. 

No hay insecticida contra huevos

Los insecticidas disponibles aun no son capaces de eliminar por sí mismos los huevos de zancudos. El abate es contra las larvas.  

Un insecto inteligente

La hembra del zancudo solo pica a los humanos porque necesita la sangre para poner sus huevos. Sabe dónde encontrar a los humanos y aunque tiene horarios para picar, en la mañana y en el crepúsculo, si no ha podido obtener sangre espera a la noche. 

Para mayor información sobre el zika, visite nuestro especial: La batalla de El Salvador contra el zancudo