Jeremy se fue con su padre seis horas después de ser baleado

El niño y su padre regresaban de un culto religioso. Estudiaba segundo año de kínder

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Héctor Antonio Andrade, 41 años, y su hijo Jeremy Justyn, de 6. Ambos fueron asesinados el miércoles en Santa Cruz Michapa.

/ Foto Por Cortesía familia de víctimas

Por Jorge Beltrán Luna

2016-02-11 7:04:00

Jeremy no dio tiempo a que médicos del Hospital de Niños Benjamín Bloom, lo atendieran. En menos de una hora, se fue. Su padre ya se le había adelantado.

El niño se llamaba Justyn Jeremy Andrade González. Tenía 6 años y estudiaba segundo año de kínder en el colegio León Sigüenza en Cojutepeque, según familiares del infante.

Su padre, Héctor Antonio Orantes Salguero, de 41 años, trabajaba como mecánico de autos.

Héctor, junto a Jeremy y otro  pariente, regresaban el miércoles anterior de un servicio religioso, cuando fueron atacados a balazos, en la colonia Santa Clara, cantón Las Delicias, municipio de Santa Cruz Michapa, departamento de Cuscatlán.

Los asesinos aprovecharon cuando Héctor intentaba meter de retroceso el vehículo en que se conducían. Lo atacaron de frente y por detrás.

El hombre murió al instante; el niño fue conducido hacia el hospital Bloom pero no dio tiempo de que lo atendieran.  A los pocos segundos murió. El disparo en la cabeza le había causado un grave daño, según explicaron médicos del Bloom.

Hasta ayer en la tarde, las autoridades policiales decían desconocer la razón del ataque.  Lo mismo dijo la familia.

La madre de Héctor comentó que su hijo era una persona que no se metía en problemas y que estaba muy entregado a las actividades religiosas de la iglesia donde se congregaba.

Una zona de muerte

Santa Cruz Michapa ¡Ciudad de vida! Reza una pancarta gigante colocada en la entrada del pueblo. Sin embargo, el cantón Las Delicias parece ser una zona de muerte. Cuatro personas han sido asesinadas allí en esta semana. El último caso ocurrió ayer en la tarde según informó la Fiscalía. 

Los asesinatos de Héctor y su hijo Jeremy fueron cometidos sólo dos días después de que Karla Yaneth Ramírez Gil, de 21 años, fuera acribillada a pocos metros de su casa.

Estos dos hechos sucedieron a pocos metros de distancia, en la misma colonia Santa Clara, dominio de la Mara Salvatrucha,  cuyos grafitis han sido borrados recientemente de todas las paredes, muros y postes en los que esa organización criminal había marcado su territorio.

Ayer en la mañana, la familia de Karla Yaneth cargó con sus pertenencias, abandonó su vivienda y se marchó a otro lugar.

“Lo hago por protección de mis otros hijos. Si ya me mataron a la primera pueden seguir con los otros”, dijo el padre,  mientras cargaba unas pocas pertenencias. El hombre evadió detallar sobre la muerte de su primogénita.

Karla Yaneth trabajaba a dos casas de distancia de la de sus padres; era la encargada de un cibercafé y una tienda.

La joven fue acribillada justo cuando salía de su trabajo. Solo tenía que caminar unos 15 metros para llegar a su casa. 

Fuentes policiales indicaron que posiblemente la hayan asesinado porque aparentemente mantenía una relación con un soldado.

“La gente puede decir muchas cosas. Eso no era cierto”, indicó escuetamente ayer el padre de la joven.

Segundo menor asesinado esta semana

Jeremy fue asesinado un día después de que una niña de 14 años muriera tras ser alcanzada por dos balas disparadas contra un supuesto pandillero en la residencial Altavista, municipio de San Martín.

La menor fue identificada como Katherine Roxana Motto Cañas. 

La niña salió a comprar a una tienda cerca de su casa; en ese instante, un supuesto marero también llegó, se escuchó una ráfaga de disparos que hicieron desde un vehículo.

El pandillero a quien iba dirigido el ataque sobrevivió. Las heridas que le causaron a él fueron leves.

Katherine Roxana murió al llegar al hospital de San Bartolo. Ella cumpliría sus 15 años el próximo 20 de abril. El vestido que luciría ese día, se lo pusieron como mortaja.

Cinco niños heridos

Las estadísticas del Hospital Benjamín Bloom indican que en lo que va de este año, suman cinco niños atendidos  por heridas de bala.

El primer caso  ocurrió el 12 de enero. La víctima fue un niño de 10 años que resultó lesionado cuando hombres armados irrumpieron a la vivienda para atentar contra otros miembros de su familia.

El 17 de enero ocurrió otro caso en Ciudad Arce, La Libertad. La víctima fue un menor de ocho años, mientras que el 20 de enero, otro niño también de ocho años, residente en Zacatecoluca, La Paz, fue atendido por lesión por arma de fuego. El cuarto menor fue herido de bala en Soyapango.

El último caso fue el de Jeremy. De los cinco niños atendidos, solo él no sobrevivió.

Los registros del hospital infantil indican que en 2015 fueron atendidos 46 menores por lesiones de bala, de los cuales, dos murieron.