Hasta las siete y treinta de la noche del lunes, la violencia criminal había causado al menos 30 víctimas en distintos municipios de 10 departamentos del país.
Entre las víctimas figura una profesora de un centro escolar católico, un sargento del Ejército y un integrante del Batallón Presidencial que cuidaba a una hija del presidente Salvador Sánchez Cerén, según lo confirmó el mandatario en su cuenta de Twitter.
Otras de las víctimas fueron un expandillero que se ganaba la vida como payaso y un estudiante a quien le pintaron un rótulo en la espalda tildándolo de pandillero.
Las autoridades policiales registraron cinco hechos en los que murieron entre dos y tres personas.
En el barrio Santa Teresa de Santiago Nonualco, La Paz, se registró un tiroteo entre pandilleros y policías. En el enfrentamiento murieron tres presuntos mareros. Les decomisaron un revólver, una escopeta y una pistola.
Otro enfrentamiento entre mareros y policías se produjo en Antiguo Cuscatlán con un pandillero muerto y otro herido. Una balacera más se registró en San Jacinto, donde hubo un lesionado.
La violencia desatada ayer estuvo concentrada en Sonsonate, La Libertad, y Usulután; hubo cuatro homicidios en cada uno de los mismos.