Un grupo de hombres armados, supuestamente miembros de la Pandilla 18, atacó a varias personas que se encontraban en una actividad religiosa. Dos jóvenes murieron y uno más resultó herido.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Diego Arnoldo Orellana Henríquez, de 23 años, y Gustavo Rafael Sandoval Castro, de 22.
De acuerdo con familiares de los jóvenes, consultados por El Diario de Hoy, las tres víctimas eran parientes de un agente de la Policía Nacional Civil (PNC).
El hecho fue cometido el lunes al final de la tarde, frente a una iglesia evangélica del cantón Joya de Platanar, en el municipio de Atiquizaya, departamento de Ahuachapán, según informó la Fiscalía General de la República (FGR).
Las autoridades informaron que aproximadamente seis hombres armados con fusiles y vistiendo ropas oscuras, llegaron hasta un grupo de personas que estaban congregadas y comenzaron a disparar.
Las balas alcanzaron a los tres jóvenes en el pecho y en la cabeza; dos murieron de inmediato, mientras que un tercero fue trasladado a un hospital público de la zona donde se recupera de las heridas, indicaron familiares.
Orellana Henríquez y Sandoval Castro son primos entre sí. Las fuentes no quisieron precisar el grado de parentesco que tenían ambos con un elemento de la corporación policial quien se desempeña como investigador.
Minutos después de cometido el ataque, trascendió que los dos muertos eran hijos de un agente policial; eso fue descartado por otro pariente.
Según la Policía, en el cantón Joya de Platanar hay bastante presencia de la Pandilla Dieciocho, por lo que no descartan que miembros de esa agrupación sean responsables del ataque.
La policía desarrolló un operativo luego del ametrallamiento, pero no capturaron a ningún responsable.
Estudiante del Itca
Familiares de los dos jóvenes que murieron, aseguraron que éstos eran personas entregadas a los quehaceres de la iglesia en la que se congregaban y al deporte.
Castro Sandoval estaba estudiando en la Escuela Especializada en Ingeniería (Itca-Fepade), indicó un familiar.
Además, Castro Sandoval figuraba como un futbolista destacado en los torneos deportivos que organiza todos los años la municipalidad de Atiquizaya. En el torneo realizado el año pasado, ocupó el segundo lugar en la lista de goleadores de esa competencia, comentaron sus familiares.
Fuentes policiales no descartan que el ataque haya sido motivado por el grado de parentesco que las víctimas tenían con un miembro de la corporación, pues descartan que estas tuvieran vínculos con pandillas.
Jóvenes bajo ataque
En Atiquizaya, los asesinatos de jóvenes estudiantes no son casos aislados, a pesar de que constantemente vecinos de Atiquizaya han manifestado su rechazo a la violencia a través de marchas pacíficas.
En ese mismo municipio, el año pasado asesinaron a dos jóvenes universitarios que no tenían vínculos con pandillas, y a una ex reina de las fiestas patronales.
A principios de 2015, las autoridades encontraron el cadáver de Gabriela Karina Gudiel Trejo, una joven de 20 años, cuya familia había informado de su desaparición.
Gabriela había sido reina de belleza de Atiquizaya.
Mientras que el 4 de septiembre, fue asesinado Ronald Alberto Jaco Flores de 21 años, quien estudiaba segundo año de licenciatura en Ciencias de la Educación en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente (Santa Ana), de la Universidad de El Salvador (UES).
Ocho días después fue ultimado Óscar Emmanuel Martínez Galindo, de 20 años, estudiante de cuarto año de Ingeniería Civil en la Universidad Católica de El Salvador, con sede en Santa Ana.
Atiquizaya es un municipio con presencia tanto de la Mara Salvatrucha como de la Pandilla 18.