Los policías del movimiento de los trabajadores de la PNC consideraron como una “burla, bochorno y bofetada” el bono de 50 dólares por mes ($150 trimestral) que el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres anunció comenzarían a pagar a partir de marzo.
Cáceres confirmó que ya cuentan con el dinero para hacer efectiva la promesa del presidente Salvador Sánchez Cerén.
Agregó que se aprobó el bono mensual de 50 dólares pero el mismo sería entregado trimestralmente, 150 dólares en total para cada agente.
“Se tomaron gran tiempo para decir que darían 150 dólares, 50 dólares mensuales, a pesar que la recolección del nuevo impuesto (Contribución Especial para la Seguridad Pública) es mucho mayor”, cuestionó Marvin Reyes, del movimiento policial.
La Policía tiene una plantilla estimada de 25 mil miembros al aplicar la cantidad anunciada por el Gobierno estaría erogando unos 15 millones al año por el pago del bono.
Cáceres explicó que a la fecha solo se ha recaudado 7.2 millones de dólares con el impuesto.
Con el anuncio del Gobierno, en vez de apaciguar el descontento de los agentes, se incrementó porque esos 50 dólares más descuentos por ley se reducirían a menos de 35 dólares en algunos casos dijeron.
El incentivo incluirá a custodios de Centros Penales y militares que colaboran con la Policía en tareas de seguridad.
“Es una burla, una desfachatez de las autoridades salir con eso, mejor no hubieran prometido nada pero lo anunciaron con bombos y platillos como la panacea que resolvería los problemas de la corporación”.
Reyes interpretó como “propagandístico, demagógico y político” la promesa del bono. Como reacción analizan la posibilidad del respaldo de otros sindicatos del sector público para a impulsar nuevas medidas de presión.
El pasado 27 de enero, más de cuatro mil miembros de la PNC marcharon desde la plaza al Salvador del Mundo hasta Casa Presidencial para exigir un bono como incentivo, un aumento salarial del 50 por ciento y mejores condiciones laborales. En la protesta, los agentes se quejaron de los malos tratos que reciben de jefes y de las condiciones infrahumanas en las que trabajan.
Los agentes esperaban que les dieran cuatro bonos de 250 cada uno, mil dólares en total por año; sin embargo, el Gobierno dividió los 600 dólares que entregó el año pasado en cuatro entregas.
La propuesta de los policías era que les dieran dos bonos de 500 dólares en junio y otro en diciembre.
Cuestionaron que en el anuncio del Gobierno ni siquiera se refirió al incremento salarial, que desde el 2005 no tiene ningún movimiento. Los policías pedían 50 por ciento de incremento salarial, equivalente a unos $211.50.
“El aumento salarial sería por justicia, porque nos están presionando que demos resultado, nos están mandando a dormir a casas de mareros, sin las mínimas condiciones. Como quieren generar resultados si la gente está descontenta y desmotivada”, dijo.
“Quieren cumplir su promesa de campaña, de que iban a dar seguridad a la población y lo vendieron como una opción política y la Policía no es política, sino del pueblo, nosotros no tenemos nada que ver con un partido político”, argumentó el agente.
Añadió que el problema es que mezclaron la política al interior de la Policía porque todos los cuadros que dirigen la institución son afines al FMLN y se rigen por los lineamientos del partido cuestionó.