La eliminación de criaderos de zancudo es una tarea pendiente de la sociedad salvadoreña, sostuvo el infectólogo Ernesto Benjamín Pleités.
“La vida se salva primero educando a las personas, pero del papel primordial de la comunicación lo que hay que ir a ver es si se está aplicando bien los protocolos”, dijo.
Según Pleités, quien ha trabajado con la Organización Mundial para la Salud (OMS) y con el Instituto Nacional de la Salud (INS), se necesitan más tareas de comunicación para que las comunidades en el país tomen conciencia de que los zancudos que transmiten dengue, chikunguña y zika están dentro de las casas.
“La idea es educar a la población”, insistió.
El experto especificó que existe un 30 % de la población que todavía se niega abrir las puertas cuando se hacen jornadas de limpieza del vector por parte del Gobierno.
Insistió en que la responsabilidad de combatir al mosquito Aedes es fundamental, debido a que si se buscan otras medidas el mosquito puede hacerse resistente y “cuando una especie se ve amenazada en su vida busca cómo defenderse”.
No desestimó que el zancudo pueda mutar y hacerse más resistente en el futuro debido al cambio climático, que afecta distingas regiones.
Detección temprana para salvar vida
El tratamiento para el dengue se basa en la detección temprana del virus.
Según Pleités, cuando las personas sienten alguna señal atípica dentro de su cuerpo deben acudir a un médico que pueda detectar los síntomas de alarma. De esta forma, el virus del dengue no pasará a necesitar más atención, ni se convertirá en un dengue grave, que requiera de hospitalización y pueda costar la vida del paciente.