Un perro conocido como Oso se ha vuelto noticia en los últimos días debido a unas fotografías que circularon en redes sociales en donde se le veía caminando por las calles de la comunidad Las Carreras de Usulután con una navaja incrustada en su cabeza.
Dos días permaneció el perro en esa condición para el asombro de los habitantes de la localidad, quiénes aún no creen la asombrosa historia del animal, que por dos días deambuló por las calles a pesar de lo grave que aparentaba ser su condición.
Oso apareció con la navaja en su frente el pasado 31 de diciembre y no fue hasta el 02 de enero que uno de los habitantes de la comunidad se animó a tomar al animal y retirar el cuchillo de su cabeza. Osmani Amaya afirma que se encontraba pasado de copas cuando auxilió a Oso e incluso piensa que fue esa condición la que lo armó de valor.
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Acorraló al perro en una esquina y lo sujetó con fuerza, cuando no se movía tomó la navaja y la sacó de un solo tiro. Testigos afirman que el perro no emitió ningún sonido, se soltó de los brazos de Amaya y se perdió entre la maleza. Por el estado de ebriedad de Osmani, la policía decomisó la navaja.
"Esa crueldad no se le puede hacer a un animal porque los animales sienten como uno", afirma Osmani, quien dice tener un gran respeto por los animales.
El perro reapareció hasta el pasado 04 de enero en la casa de sus anteriores dueños, que salieron del país y lo dejaron al cuido de sus vecinos, quienes no se explican lo sucedido puesto que Oso suele ser un perro hogareño que, aunque le gusta pasear por las calles de la comunidad, nunca se aleja demasiado.
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Sospechan que pudo ser obra de alguien extraño a la localidad o "gente de malos sentimientos que no quieren a los animalitos", como los describen.
Oscar Monjaras y su madre, Rosa Digna Monjaras denunciaron el hecho en redes sociales, a ellos se unieron organizaciones como "Urban Dog" para solicitar ayuda para Oso.
Hoy en día toda la comunidad Las Carreras conoce a este milagroso perro y se unen también al repudio contra el maltrato animal. Oso ahora pasea por las calles y los locales lo saludan e incluso alimentan.