LA UNIÓN. Las fiestas titulares de Conchagua, en honor a San Sebastián Mártir, comenzarán el próximo 11 de enero y se extenderán hasta el 20 del mismo mes, según la calendarización de la municipalidad.
Previo a las fiestas, cada barrio forma su comité y tiene su día asignado y entre las actividades que realizan destacan la quiebra de piñatas, eventos culturales como el baile de Los Moros y Cristianos.
También habrá jaripeos y las diferentes actividades religiosas entre las que destacan la Novena a San Sebastián Mártir, con el rezo del rosario, predicación y alabanza, la procesión en honor al patrono y la misa en la Iglesia central.
Los pobladores de Conchagua celebran dos fiestas en el año. La primera es en honor a San Sebastián Mártir, del 11 al 20 de enero y la segunda, en honor a Santiago Apóstol, del 20 al 25 de julio.En el ámbito religioso, las fiestas de mayor relevancia son las celebradas en julio, porque son en honor al patrono, Santiago Apóstol.
Riqueza e historia
Conchagua cumple en el presente mes 473 años de haber sido fundada como municipio, lo que la convierte en una localidad con enorme riqueza histórica y llena de patrimonio cultural.Cuenta con la iglesia más antigua del país, la parroquia Santiago Apóstol, construida en 1693, es decir que el templo tiene 323 años de historia.
Se suma que tiene imágenes de santos con más de tres siglos en el municipio, una fuente con más de 100 años de historia y una campana que, antaño, sirvió para reunir cuantas veces fue necesario al pueblo en la plaza central, por diversas causas.
Su riqueza histórica y cultural es tal que la Dirección de Conservación y Restauración de Bienes Culturales e Inmuebles, de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, confirmó meses atrás, que la parroquia es una de las que cuenta con la colección histórica eclesiástica más grande y antigua de El Salvador.
Una de esas imágenes es La Virgen de las Nieves, que se encuentra en la parroquia local, se suman las del Señor de Los Milagros y Santiago de Las Conchas.
Otro bien histórico se ubica a un costado del templo.
Es una campana que forma parte del municipio desde hace varios siglos y que la usaban para llamar a ciudadanos a reunirse en la plaza central, en donde también hay una fuente que tiene más de 100 años.
Las autoridades invitan a los salvadoreños y extranjeros a participar de sus fiestas.