Un profesor de música y una psicóloga dijeron adiós a Cuba

Según Carlos, si bien la educación es gratis y de muy alta calidad, en Cuba no tiene sentido esforzarse tanto para convertirse en un profesional

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Los cubanos varados en Costa Rica son profesionales que ganaban menos de $30 dólares al mes, en la isla. 

/ Foto Por ??scar Iraheta

Por Jorge Beltrán

2016-01-09 10:00:00

Ambos son esposos pero sin hijos. Recién casados. Él tiene 23 años y ella 27. En Cuba él era maestro de música de niños de primer ciclo. Su esposa, una psicóloga especializada. Los dos están varados en la frontera de Peñas Blancas durmiendo casi a la intemperie.

Con los sueldos de ambos no reunían ni el equivalente a 50 dólares mensuales. 

Apenas si les ajustaba para comer ambos. Pensar en vacaciones o ir a pasar una noche a un hotel en su país para ellos era un sueño irrealizable. Tanto que ni siquiera les alcanzaba para comprarse ropa. Tenían que ajustarse a lo que el régimen les daba.

Claudia y Carlos (nombres ficticios) no están en albergues. Han preferido quedarse en el recinto fronterizo que alberga a Migración y Aduanas de Costa Rica. Allí se pasan el día solicitando dinero para poder sobrevivir y reunir la suma que les costará el viaje para salir de Costa Rica hacia México.

Carlos asegura que no tiene sentido pasarse cuatro o cinco años aprendiendo a tocar la guitarra hasta desollarse los dedos y verlos sangrar. ¿Para qué? Si con lo que el gobierno le pague como maestro de música apenas le alcanzará para comer.

Según Carlos, si bien la educación es gratis y de muy alta calidad, en Cuba no tiene sentido esforzarse tanto para convertirse en un profesional si no hay libertad para enseñar o para buscar la prosperidad económica individual.

Caros y Claudia han escapado de Cuba. El hombre dice que quiere que sus hijos tengan otra expectativa de vida; una en la que también él y su esposa puedan desarrollarse profesionalmente y llevar una vida sin temores a ser reprimidos o encarcelados.