Del paso por Colombia, María (nombre ficticio) no quisiera recordar nada. La mujer pasó cuatro meses en Ecuador, trabajando, antes de reanudar su viaje hacia Estados Unidos y quedar retenida en Costa Rica.
El tránsito por Colombia es el más cruel. Los guerrilleros de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC), de la Policía y del Ejército colombiano, se aprovechan de ellos, dijo. María cuenta que para pasar de Ecuador a Colombia le tocó subir un encumbrado cerro. Al pasar, un grupo de guerrilleros los estaba esperando. Les robaron todo cuanto pudieron. Los amenazaron con violar a las mujeres y matar a los hombres si no declaraban todo lo que portaban.
María creyó que eso sería todo pero se equivocó. En el trayecto cada cubano tuvo que ir repartiendo diez o 20 dólares a cada retén de policías o de soldados a su paso.
Muchos cubanos han logrado hacer el viaje porque vendieron sus casas en su país. Parte de ese dinero lo enviaron a sus familiares que están en Estados Unidos y otra parte lo llevaron consigo desde que salieron de Cuba.
El dinero enviado a Estados Unidos es para que sus familiares se lo vayan reenviando poco a poco, conforme van avanzando en la travesía.
“A nosotros, la misma Policía y los soldados nos dijeron, en Colombia, que para ellos somos cajeros automáticos. A Colombia ni me lo mencione”, resumió María.
De acuerdo con esta migrante, Colombia es el país donde más peligros enfrentan. Incluso, más que los que se viven en México, según le han dicho sus paisanos que hicieron esa misma ruta.
El peligro de transitar por Colombia, aseguran es el robo y los abusos sexuales a que algunas mujeres son sometidas por guerrilleros y autoridades colombianas que se aprovechan de la condición de indocumentados con que atraviesan ese país.