Las adjudicaciones de diez contratos de publicidad nacional a la empresa Obermet es considerada por Sherman Calvo, ex presidente de la Asociación Salvadoreña de Agencias de Publicidad (ASAP), como un tema donde es urgente la rendición de cuentas por parte del Ministerio de Turismo (Mitur), tanto por el gasto millonario como por el verdadero impacto que esto puede tener a favor del desarrollo turístico del país.
En un entorno de competencia, ¿cómo debería de ser una licitación que favorezca la creatividad y la oferta más accesible?
Lo ideal es que sean procesos abiertos donde no existan bloqueos o mecanismos que vayan en contra de la libre participación de cualquier empresa. En publicidad es importante la propuesta creativa, es parte fundamental del negocio, pero también el Estado debe buscar el uso rentable y sostenible de los fondos públicos, por eso es que los ofertantes deben plantear un balance entre la capacidad y calidad técnica, con los costos.
Lo que ha hecho el Mitur con Obermet, ¿desincentiva el sector?
Desde hace varios años muchos de los agremiados a ASAP han apostado más por proyectos privados que a licitaciones públicas por el tema de la competencia. Eso sin duda que es un claro desincentivo porque el Mitur se acomodó a licitar sin competencia. Hay una ecuación que conlleva a la no participación; no es normal que cada licitación sea aislada, eso es triste y desestimula. Pese a ello, nosotros como asociación no estamos para decirle a una empresa licite o no, cada una está en la libertad de hacerlo, es parte de las bondades del sistema de libre empresa.
¿Pudo corregir la plana el ministerio para ser más transparente?
Nosotros advertimos, el ministro tuvo la capacidad de hacerlo, desconocemos las razones por las que hay permisibilidad en esta institución. Las consecuencias de la pobre participación de empresas y que este sea un servicio muy costoso para el país se están viendo hoy; es un problema con raíces en el pasado y es obligación de los funcionarios de turismo dar explicaciones, ofrecer garantías porque los señalamientos se mantienen y los resultados no son los más esperados.
Se refiere a los retrocesos en la marca país, por ejemplo...
Claro, está demostrado que no existe la transparencia total y porque todos los índices de marca país y de competitividad en materia turística nos tienen en situación muy crítica. El Mitur no puede comprobar lo que está diciendo, dicen que hay ingresos de más de $1,000 millones, pero eso corresponde a otras dinámicas del mercado, no es por lo de las campañas.
¿Es un modo de operación instalado el que se está viendo en el ministerio al adjudicar los contratos?
Da la impresión que si, es un sistema, una manera poco transparente de hacer las cosas. Cinco empresas le dijimos al ministro que abriera los procesos, él mostró preocupación porque había participación única, dijo que eso cambiaría pero luego todo quedó igual; ojalá que para otros contratos se pueda tomar muy en cuenta que con más ofertas gana el país, gana la competitividad, pero sobre todo el costo del servicio baja.