Denuncian contaminación en laguna

Las aguas servidas de varias colonias en la zona rural van a dar a la laguna El Espino, ubicada en Ahuachapán.

descripción de la imagen

El agua sucia también es criadero de zancudos, que ponen en riesgo la salud de los vecinos.  foto edh / roberto diaz zambrano

/ Foto Por elsalv

Por Roberto Zambrano

2016-01-14 5:47:00

AHUACHAPÁN. La calle que de la colonia Un Rancho y Un Lucero conduce a la laguna El Espino, en esta ciudad, se ha convertido en el canal ideal para que las aguas servidas que salen de las viviendas vayan a dar a este espejo de agua.

Las colonias Carrillo 1 y 2 tienen que lanzar dichas aguas a la calle ante la falta de un sistema adecuado y de fosas sépticas. De las más de 2,000 familias que residen en los contornos de la laguna, un poco más de 320 son las que la contaminan.

Pero el problema no es solo la contaminación que generan al lago, sino que también ha hecho que las calles vecinales se vuelvan un verdadero dolor de cabeza, tanto para conductores como para las personas que transitan a pie. Estas últimas han colocado piedras, en algunos tramos, para pararse sobre ellas y sortear los charcos de agua sucia.

Piden solución
Los afectados explicaron que ya, en varias ocasiones, han enviado notas a la Unidad de Salud de la localidad y a la alcaldía municipal, sin que hasta la fecha les hayan resuelto el problema. Sin embargo no pierden la esperanza de que a corto plazo les den una solución, ya que la laguna El Espino es presentada a las personas como un sitio turístico. 

De hecho, cercana a ella se encuentra el balneario municipal “Siloé” y algunos restaurantes que se niegan a desaparecer, por lo que esperan que ello motive a las autoridades a hacer algo por estas arterias vecinales, pero sobre todo, por resolver el problema de las aguas servidas que, además, genera malos olores, sobre todo en horas del mediodía y la tarde.

Les preocupa que cuando llegue la estación lluviosa la situación se agudice y la transitabilidad de la calle se vuelva insostenible.

Otro problema que enfrenta la laguna El Espino, además de las aguas servidas, son las prácticas agrícolas inadecuadas en la parte alta, pues los desechos químicos vienen a dar directamente a ella.

En ocasiones, la coloración del agua se torna verde, aparentemente por los químicos (muchos de los cuales son tóxicos) que bajan de los cerros aledaños.

Muchas personas que compran pescado en los mercados de la cabecera departamental, siempre consultan la procedencia de los mismos, por temor a que estén contaminados.