SAN MIGUEL. Desde diciembre de 2015, la acera del centro penal, sobre la Octava Calle Poniente y Novena Avenida Norte, luce llena de ripio y ramas secas, situación por la que los vecinos de la zona se quejan constantemente.
María Hernández, una residente de la zona, aseguró que toda la basura y ripio que se encuentra acumulado en la acera del reclusorio está desde las fiestas de navidad. “Sacaron la noche antes del 24 el montón de basura y no la han movido”, dijo la mujer. Agregó que lo de la acumulación de basura solo es parte del problema que tienen quienes residen en los barrios San Felipe y San Francisco, donde se ubica el presidio des de hace varias décadas. Elsy Martínez, otra vecina, dijo que deben aguantar las quemas de desechos que realizan al menos una vez por mes y en horas nocturnas. “Es insoportable el mal olor que sale de lo que queman y uno tiene que soportarlo sin poder hacer o decir nada”, dijo la mujer. Alex
Martínez, estudiante universitario que a diario ha caminado la zona las últimas dos décadas, asegura otro de los problemas generados por el penal es que desde que militarizaron la seguridad, los soldados decidieron cerrar el paso por las aceras. “Ahora uno camina en la calzada exponiéndose a ser arrollado, lo peor es que las calles son bastante transitadas”, dijo. Sostuvo que en las cercanías hay varios centros escolares y tanto los estudiantes como los padres de los mismos, deben caminar por la orilla de la calle al pasar por el penal, ante el cierre de las aceras. Dichos cierres se dan en la Novena y Séptima Avenida Norte, como en la Octava y Décima Calle Poniente.