Parque El Imposible en decadencia y con pocos visitantes

Este patrimonio natural del país vive bajo la amenaza de la tala, la caza y la pesca ilegales.

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Bosque El Imposible, es un área protegida y el refugio para una diversidad de vida silvestre. Foto/ Archivo / Foto Por René Rodríguez

Por Lilian Martínez

2016-01-27 8:00:00

Ocho guardarrecursos pagados por el Ministerio de Medio Ambiente vigilan las 5,700 manzanas que conforman El Imposible, una de las áreas naturales protegidas más extensas con que cuenta El Salvador, junto a la Bahía de Jiquilisco (2,500 manzanas) y el bosque nebuloso de Montecristo (2,800 manzanas).

Pero ¿por qué solo ocho guardarrecursos cuidan 5,700 manzanas? Pues porque desde el 1 de enero, Salvanatura, la fundación que inició su labor de conservación e investigación de los recursos naturales con El Imposible y que pagó hasta 17 guardarrecursos para esta área, liquidó a los últimos 4 guardarrecursos que tenía ahí. Dos de ellos han sido contratados por el Marn, según el jefe de guardarrecursos del ministerio, Óscar Garza.

Álvaro Moisés, director ejecutivo de Salvanatura, dijo a El Diario de Hoy que solo uno fue contratado por el Marn y agregó: “Los demás fueron liquidados. Solo queda el jefe del área, Enrique Fuentes, la coordinación de los guardarrecursos que están, el personal de aseo que todavía pagamos y mantenimiento”.

En un país con 21 mil kilómetros cuadrados, donde solo el 1 % del territorio ha sido declarado como protegido, descuidar este recurso podría estar en contradicción con los discursos que propugnan la necesidad de hacer frente al Cambio Climático, reforestar y cuidar las fuentes de agua subterránea y superficial.

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Según el libro “El Parque Nacional El Imposible y su vida silvestre”, publicado por Salvanatura en 2003, en esa área nacen ocho ríos: el Guayapa, el Cara Sucia, el San Francisco, el Ahuachapío, el Ixcanal, el Palma, el Maishtapula y el Mixtepe. Esta agua dulce, según escribieron Oliver Komar y Juan Marco Álvarez, fluye 15 kilómetros hacia el sur y “hace factible la existencia de un diverso ecosistema en los manglares de la Barra de Santiago”.

Para darse cuenta de que El Imposible ha venido a menos basta con pretender visitarlo. Quien lo haga debe hacerlo en un vehículo alto y de doble tracción. Trece kilómetros y medio de camino escabroso -a veces de tierra, a veces empedrado y en algunos tramos cortos de cemento – conducen desde la carretera hacia La Hachadura hasta el caserío San Miguelito. Esta es la antesala de San Benito, la entrada a El Imposible por donde alguna vez entraron cientos de visitantes, sobre todo, escolares. Así lo recuerdan los exguardarrecursos Eliberto Sandoval Martínez, Heriberto Rivera Dávila y José Miguel Chinchilla. “Las visitas han mermado desde hace 4 años”, aseguran. Los tres creen que el mal estado de la calle es la causa de esa disminución.

Jorge Molina, presidente de la Adesco de San Miguelito, también asegura que antes llegaban más turistas a la zona. Pero el deterioro de la calle, reitera, ha hecho que las visitas hayan disminuido.

Asegura que hace dos años mandaron una carta al Ministerio de Obras Públicas donde pedían que se reparara la vía. Les dijeron que atenderían su solicitud con el presupuesto de 2015, pero la reparación no se llevó a cabo. Molina dice que también han pedido ayuda al gobernador departamental de Ahuachapán y al Marn, pero hasta el momento la calle sigue en el abandono.

Sumado a la disminución en el número de visitas, en El Imposible ha habido otras carencias, según los exguardarrecursos.

Eliberto Sandoval Martínez recuerda haber sido contratado como guardarrecursos por Salvanatura en junio de en 1992. Un año después de que Salvanatura firmó su primer convenido de comanejo de El Imposible con el MAG. Pues, entonces, el Servicio de Parques Nacionales del MAGtenía 13 guardarrecursos en El Imposible. Con el apoyo de Salvanatura ese grupo llegó a ser de 25, lo que equivalía a un guardarrecursos por cada 214 manzanas;pues el área natural protegida era de 5,350 manzanas. Ahora que el área es de 5,700 manzanas, hay 1 guardarrecursos por cada 712 manzanas.

Sandoval asegura que cuando empezó a trabajar en El Imposible, los guardarrecursos fueron capacitados y provistos de equipo. Además, Salvanatura compró tierras en los alrededores del parque, en lo que se conoce como la zona de contención, y gestionó que se instalara un puesto de policía.

Eso era y es necesario porque los guardarrecursos no portan armas y si encuentran cazadores no pueden más que “darles una charla” sobre porqué no pueden cazar en El Imposible. Sandoval Martínez asegura que al menos 10 veces al mes encontraba cazadores durante sus recorridos. “Algunos (cazadores) hablaban un poco fuerte no entendían porqué se cuidaba el parque. El que lo permitía le dábamos la charla. ‘Algotro’ no lo permitía”, reconoce el exguardarrecursos.

El número de guardarrecursos empezó a disminuir en 2011. “Salvanatura dijo que por cuestiones de fondos, que no podía mantener más personal”, afirma Sandoval Martínez.

Por ese mismo motivo, según él, la fundación le entregó a la comunidad San Miguelito el manejo del hostal El Imposible. Este fue uno de los proyectos que Salvanatura echó a andar a inicios de los 90 y la primera década de este siglo para generar fuentes de ingreso en los caseríos cercanos a El Imposible. Ahora el hostal es tan poco visitado como el parque.

Al preguntarle a Sandoval Martínez si ha observado alguna diferencia entre cómo estaba El Imposible hace 10 años y cómo está hoy responde que “la fauna aumentó y se salía a sectores aledaños al parque”:venados, pajuiles, cotuzas, armadillos, además del gato zonto y la zorra.

Ahora considera que el número de venados, pajuiles, pavas y tepescuintles ha disminuido, pues son los más perseguidos por los cazadores. Pese a ello, en la Fiscalía de Santa Ana no tienen denuncias ni por caza ni por tala. Estas deberían ser presentadas por el Marn, explicaron.