La hipótesis más fuerte que hasta ayer en la tarde barajaba la Policía sobre un doble asesinato cometido en Mejicanos, era un ajuste de cuentas por no pagar la extorsión a la Mara Salvatrucha (MS).
El crimen contra Edwin Ernesto Najarro Díaz y José Aníbal Escobar Hernández, fue cometido al final de la avenida Castro Morán, casi enfrente de la casa donde funciona el Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM) de Mejicanos y a menos de 300 metros de la subdelegación de la Policía Nacional Civil (PNC) de esa localidad.
El ataque, presume la Policía, iba dirigido contra Najarro Díaz, el propietario de la tapicería, quien residía en una colonia de Ayutuxtepeque.
Aparentemente, el empleado municipal se encontraba circunstancialmente en el taller, y por ello fue asesinado.
El agente del CAM estaba de servicio, es decir, con su uniforme y arma de equipo asignada, pero no le dieron tiempo de usarla.
De acuerdo con fuentes policiales, en el sector de la avenida Castro Morán mantienen presencia miembros de la Pandilla 18, sin embargo, la Mara Salvatrucha también extorsiona los negocios que funcionan a lo largo de esa arteria.
Esa “invasión” de territorios ha derivado en que en las últimas semanas se haya cometido varios asesinatos en el centro de Mejicanos.
“Lo que pasa es que los (pandilleros) 18 sólo salen a disparar a los microbuses. Estos son desalmados”, explicó un agente policial.
El policía citó como ejemplo el caso de dos jóvenes asesinados el pasado jueves en el centro de Mejicanos, cuando ambos se conducían en un microbús de la ruta 6, que viaja de San Salvador al cantón Mariona de Ayutuxtepeque, y la urbanización Majucla.
El 23 de enero, otro hombre fue asesinado sobre la avenida Castro Morán.
Escaparon rumbo a la colonia Majucla
De acuerdo con el inspector Jaime Palma, jefe de la delegación policial de Mejicanos, el hecho fue cometido por varios hombres que se conducían en una camioneta blanca, todoterreno.
Dos de los ocupantes de la camioneta se bajaron y dispararon contra el tapicero y el agente del CAM, aparentemente con revólver pues en la escena del crimen no encontraron ningún casquillo de arma de fuego.
Luego de acribillar a sus víctimas, los hombres abordaron nuevamente la camioneta y escaparon, pero una hora después del crimen, la Policía dijo que había localizado el automotor en la urbanización Majucla, en el municipio de Cuscatancingo.
Varios equipos policiales se dirigieron a esa comunidad. Al cierre de esta nota se desconocía si habían decomisado el carro.