Tregua benefició con armas, celulares y fiestas a pandilleros

Testigo dijo que armas entregadas a autoridades, en presencia de OEA, eran viejas y a cambio les dieron nuevas. Además, les dieron mujeres y libertad para viajar a sus comunidades a organizar su gente

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El traslado de cabecillas de pandillas de penales de máxima seguridad como Zacatraz, a otros de reos comunes,  fue otro de los beneficios mencionados en el juicio. 

/ Foto Por Lissette Lemus

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2016-01-30 8:28:00

El juicio contra 79 supuestos cabecillas de pandillas que duró toda la semana anterior reconfirmó  una serie de irregularidades en las cárceles del país entre marzo de 2012 y 2013, en las que se han visto salpicadas importantes autoridades del gobierno anterior y algunas que todavía siguen en las carteras de Estado.

Una de las revelaciones de uno de los testigos y que trascendió en el juicio fue que el partido oficialista (FMLN) pidió a los pandilleros que le arrebataran el DUI a las personas que claramente se identificaba que votaría por el Partido ARENA, en las elecciones presidenciales en el 2014,  y que a cambio los instalarían en puestos importantes en el gobierno.

De todo esto,  además se beneficiarían más de diez mil pandilleros que guardan prisión en los 19 centros penales del país, pero sobre todo los que estaban confinados en la  cárcel de máxima seguridad en Zacatecoluca, en La Paz, más conocido como Zacatraz.

Pandilleros que se acogieron a beneficios penitenciarios a cambio de colaborar en las investigaciones de las autoridades (criterio de oportunidad), han relatado con lujo de detalles cómo se desarrolló la escandalosa relación que se tejió entre funcionarios de gobierno y las pandillas,  para bajar el alto índice de homicidios en el país.

El juicio en el que se pedía cuentas a pandilleros por el ataque a la Delegación de Quezaltepeque (5 de abril de 2014), dos homicidios en el  penal de Izalco,  Sonsonate;  agrupaciones ilícitas y actos de terrorismo;  terminó el sábado por la tarde, pero la resolución judicial será conocida en varias semanas, sin que el Tribunal Antimafia de Sentencia C, que  conoció la causa,  precisara la fecha exacta.

La Fiscalía General de la República no quiso referirse a los pormenores de las irregularidades que sus testigos revelaron y que ponen el dedo acusador contra reconocidas autoridades y personalidades del país.

El vocero de prensa de la Fiscalía afirmó que los fiscales encargados del caso, esperarían la finalización del proceso para emitir su postura respecto a los señalamientos de sus colaboradores.

Entre tanto,  abogados defensores cuestionaron el trabajo indagatorio del Ministerio Público sobre el caso. Pero lo que no eluden, es de las revelaciones de los testigos.

Una de las abogadas, quien por su seguridad pidió no ser identificada, afirmó que los pandilleros antes de 2012,  estaban desarticulados, pero con la tregua se  organizaron y se  armaron.

“Ellos dicen que estaban desordenados en sus estructuras, pero se armaron  a partir de la relación que tuvieron  con los mediadores”, subrayó.

Agregó que uno de los acusados contó ante el estrado (jueces, fiscales y defensores) que los mediadores les prometieron  que si  bajaban los índices de homicidios, tendrían fiestas con mujeres en los penales de Izalco y Zacatecoluca.

“Además les permitirían tener relaciones íntimas no solo con sus compañeras y esposas, sino con otras mujeres, les llevarían televisores y celulares; les introdujeron 300 celulares para que se los distribuyeran en las 19 cárceles”, afirmó la defensora.

Los testigos dijeron que antes de la tregua solo tenían tres celulares y para no ser descubiertos los guardaban enterrados.  Uno de los favores importantes que aseguran los pandilleros,  obtuvieron fue la energía  eléctrica. 

“Después de eso, empezaron a organizarse y hablarles a las 17 canchas o tribus para que se armaran, pero no para  matar gente, porque habían hecho un pacto, de que mejorarían y que a cambio recibirían muchos beneficios”, destacó.

Un pandillero testigo, relató que uno de los mediadores les rogaba que ya no siguieran matando personas. 

“Raúl Mijango platicaba con el general David Munguía Payés y  este buscaba el aval con otro funcionario de alto rango, de ahí que las pandillas entregaron armas que no servían en Catedral,  y a ellos les entregaron armas en buen estado, mencionaron dos de grueso calibre y dos pequeñas”, relató la abogada.

Estaban autorizados  a ordenar comidas rápidas, lo que los mareros aprovechaban para introducir ilícitos como armas de fuego, teléfonos y sus accesorios, confesó otro de los testigos.

Los pandilleros afirmaron que les habían prometido que les darían puestos de directores en distintas instituciones como penales, de ahí vinieron los traslados de Zacatraz a Mariona o Izalco entre otros,  para facilitarles la comunicación con sus compinches en libertad y de esa forma,  coordinar el cese de homicidios.

Otros incluso salieron en libertad para cumplir misiones como armar a grupos de comunidades en Las Palmas, Zacamil, entre otras.

En comunidad Las Palmas,  al poniente de San Salvador, se realizaban las reuniones más importantes y de ahí salían las directrices para todo el país, y las acciones por realizar, explicó.

Según testigos: Los beneficios de la tregua DESDE 2012

Entre el pliego de favores que supuestamente otorgó el gobierno a las pandillas, está la entrega de 300 celulares para introducirlos a las cárceles.

La concesión de armas en buen estado por la entrega de 231 armas obsoletas en dos actividades diferentes, una de ellas fue frente a la Catedral Metropolitana de San Salvador.  Estas entregas fueron toda una ceremonia en presencia del secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza.

Testigos relataron en el recién finalizado juicio, que por cada dos armas deterioradas, recibían aparentemente de las autoridades, una en óptima condiciones, entre ellas de grueso calibre (fusil) y armas cortas, como pistolas y revólveres.

Además, un testigo señaló que las autoridades autorizaron el ingreso por las noches de mujeres a los penales como parte del entretenimiento de los pandilleros en prisión. Estaban autorizados a realizar fiestas con reconocidas orquestas y grupos musicales nacionales e internacionales, una fue el día del reo.

Traslado de cabecillas de Zacatraz a penales de menor seguridad como Cojutepeque, Izalco, Mariona, entre otros.

También les ofrecieron a los mareros, cargos públicos.