Cuando sus médicos le dijeron que nunca habían escuchado de la enfermedad que acababan de diagnosticarle, Lucía Vázquez sintió que se hundía en la desesperanza.
Había sido operada por un tumor en la tráquea, pero sus problemas para respirar siguieron y llegó a necesitar una traqueostomía de emergencia, pero sus médicos seguían sin poder determinar qué padecía.
Cuando llegó el diagnóstico de que padecía Rosai-Dorfman no logró recibir el consuelo de un tratamiento, ya que sus médicos no sabían qué era.
Fue referida a otra área del Hospital Rosales, donde le dijeron que el médico Héctor Valencia ya tenía un caso diagnosticado con la misma enfermedad.
“He buscado tantos doctores, que nadie me dio como esa ayuda, ese apoyo, que él me brindó, ya no tenían más que darme. Ya me habían dado todo lo que podían darme en esa área”, relató la joven de 25 años.
Pese a los pronósticos, tras haber recibido un tratamiento adecuado Vázquez ha logrado recuperarse. Durante los momentos más duros de su enfermedad dejó de estudiar y trabajar, pero actualmente ha logrado conseguir otro trabajo.
Además de la atención que recibió de parte del médico, Vázquez dijo que también le ayudó mucho que él se tomara el tiempo de escucharla y brindarle apoyo.
“Yo llegué muy triste, uno se pone demasiado triste, le dije que me sentía mal y él me dijo que todo iba a estar bien”, recordó. Vázquez pidió que Valencia continúe en el Rosales. “A pesar que dicen que lo quieren quitar es alguien muy importante para nosotros como pacientes”, dijo.