En cuanto publica un tuit una de las 14 cuentas que manejan una red de spam político, decenas de cuentas falsas se activan automáticamente para interactuar con las primeras, bien haciendo retuit, marcándolo como favorito o comentando el mismo.
Así lo revela una investigación reciente y publicada en internet en este enlace
El usuario Ralp Pools asegura que tomó como base la cuenta del alcalde de San Salvador, Nayib Bukele, para realizar el estudio sobre ese fenómeno en El Salvador a raíz de que había varios indicios que apuntaban a que tras la cuenta del alcalde operaba una red de spam.
En El Salvador no es considerado como ilegal el uso del spam político para levantar perfiles, o hacer lo contrario, de personajes involucrados en la política, o para generar opiniones a favor o adversas a determinados temas.
Sin embargo, es considerada una actividad antiética que guarda muchas similitudes con la práctica de hacer publicidad engañosa.
La referida investigación en El Salvador tiene su origen en otra que meses antes se hizo sobre ese mismo fenómeno en España, en la cual se descubrió una red radicada en El Salvador, hacía spam político a favor de movimientos antiindependestistas, previas a las elecciones en Cataluña, celebradas el 27 de septiembre anterior.
Esa red es manejada por la cuenta @_brozo. La investigación española señala directamente a esa cuenta.
¿Cómo funciona una red de spam?
Lo primero a identificar en una presunta red de spam es el líder, es decir, el usuario de una persona o marca en quien se centra la planificación y desarrollo de una estrategia social con el objetivo de dar relevancia a su figura.
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En el caso, por ejemplo, del informe publicado por Ralph Polls, se identifica al alcalde Bukele como cabeza de una estructura agrupada en las redes sociales.
Una de las características para identificar al líder de una red de spam es su porcentaje de crecimiento de seguidores en un tiempo determinado, así como las interacciones de este usuario con otros. Las interacciones en Twitter están compuestas por “me gusta”, retweets y menciones.
Bajo la cuenta líder de Twitter, se desprenden las personas que ejecutan la estrategia de difusión de los mensajes clave.
Estos individuos administran usuarios de Twitter con una gran cantidad de seguidores y distribuyen los mensajes que benefician a la cuenta que lidera la red.
En un tercer nivel se encuentran los bots (acortamiento de robot) activos, mejor conocidos como troles.
Éstos son usuarios falsos con actividad recurrente.Según la investigación publicada en SlideShare, son casi 600 cuentas que generan retweets, favoritos y menciones al usuario de Bukele. Entre sus características cabe destacar es que, en apariencia, parecen perfiles de usuarios reales y son utilizados para amplificar los mensajes.
La red de spam en Twitter se completa con otra categoría de usuarios: los bots dormidos que cumplen la función de darle resonancia a los mensajes del usuario líder en Twitter y de las cuentas con muchos seguidores asociadas a la estrategia social. Son activados para aumentar las cifras de interacción.
Los bots dormidos funcionan automáticamente a través de herramientas gratuitas o de pago conectadas a Twitter. La más conocida es Tweetdeck. Estas cuentas suelen mantener el usuario de Twitter protegido (o con candado) para despistar y no generar sospechas que se trata de un usuario automatizado.
¿Es efectivo el spam en la política?
Rafa Rubio, consultor en Comunicación y profesor del Máster en Comunicación Política y Corporativa de la Universidad de Navarra, explica que los bots suelen generar ruido ya sea en positivo o en detrimento, difundiendo información sobre una figura pública y posicionando noticias en un lugar destacado.
En ocasiones también hace que ese personaje o una noticia se convierta en un tema tendencia (los llamados trending topic o TT).
Los troles, afirma el experto español, pueden difundir noticias falsas o atacar mediante menciones.
El estudio de Ralph Pools identifica en la calificación anterior, a la cuenta @_brozo y 13 más, como parte de la red del alcalde de San Salvador.
Según Rubio, la práctica del spam no es muy efectiva para mejorar la reputación de determinados personajes, pero sí pueden obligar al contrario a perder tiempo para desmentir, contestar o bloquear.
Rubio afirma que muchos políticos caen en la tentación de aumentar el número de sus seguidores, difundir información falsa sobre sus rivales o lograr posicionar un tema como tendencia (los llamados trending topic).