La embajada de Polonia entregó un donativo a la fundación Ayúdame a Vivir, el cual consiste en un microscopio con cámara digital, software y una computadora, que será utilizado para el análisis en el área de Citoflurimetría (medición de células por medio de un equipo especial).
La entrega tiene como finalidad mejorar e identificar los casos de cáncer lo antes posible, y dar el tratamiento adecuado, ya que con el equipo, los oncólogos pediátricos podrán realizar las evaluaciones en conjunto y reconocer los casos en menor tiempo.
En el evento estuvieron, Pawel Wo?ny, primer consejero, jefe de la sección política y de prensa de la embajada de Polonia en México; y Víctor Saca, cónsul honorario de Polonia en El Salvador, quienes entregaron el donativo a Leonor de Llach, presidenta de la fundación Ayúdame a Vivir; y a Soad Fuentes Alabí, oncóloga pediátrica del programa científico del centro médico Ayúdame a Vivir.
“Tenemos una cooperación fructífera con la fundación, a la cual donamos un equipo para medir los efectos de la quimioterapia en una primera donación, y hoy estamos entregando este equipo.” dijo Pawel Wo?ny.
Con la entrega del microscopio para el laboratorio, que será utilizado en una de las áreas prioritarias en el tratamiento contra el cáncer, se concreta el proyecto polaco implementado en El Salvador denominado El cáncer no es una sentencia de muerte.
Polonia se solidariza con los niños con cáncer del país, que además viven en extrema pobreza y no tienen recursos para pagar un tratamiento de una de las enfermedades más caras en todo el mundo.
Solicitan ayuda
Al año ,la fundación recibe 200 nuevos casos con diferentes tipos de cáncer, y hasta el momento atiende a 400 niños que están en diferentes fases de tratamiento, los cuales puede durar entre seis meses hasta dos años y medio, pero con un porcentaje de más del 70% de casos recuperados.
“La mayoría de los casos viene de las áreas aledañas a San Salvador, pero también atendemos un alto porcentaje de casos de La Libertad, Santa Ana y San Miguel”, comentó Soad Alabí.
Durante los tratamientos, los padres tienen que viajar largas distancias hasta la fundación, lo que significa sacrificio para ellos y para sus hijos, y en los casos de niños con leucemia mieloblástica, el tratamiento es más agresivo debido a las quimioterapia, por lo que tienen que permanecer internos seis meses.
“Queremos darles esa oportunidad de vida a todos los niños que están en tratamiento, pero para eso necesitamos recursos, y ahí es donde yo pido que la empresa privada nos colabore y que el gobierno nos ayude, porque solos no podemos” dijo Leonor de Llach.
Ayúdame a Vivir trabaja con el Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom, donde la fundación atiende a los pacientes con cáncer durante las 24 horas del día, con un staff de tres oncólogos pediátricos.
Hasta el momento la fundación ha logrado recuperar a 500 niños que ya finalizaron su tratamiento y llegan a la fundación para evaluaciones posteriores.